El cáncer es ya la primera causa de muerte en nuestro país, por encima incluso de las enfermedades cardiovasculares. Como parte de la misma tendencia, estamos viendo que la incidencia de algunos tumores concretos, como son los de mama o los de colon, son cada vez más frecuentes entre los jóvenes en nuestro país.
Aún así, la tendencia no es tan negativa como podría parecer a simple vista. El aumento de casos, y más en ese grupo demográfico, se relaciona en parte con una mejora en nuestra capacidad de detectar estos tumores y de hacerlo más temprano, cuando el pronóstico es mejor. Tal avance es posible, en el caso específico del cáncer de mama, por el hecho de que cada vez más mujeres se practican mamografías a partir de la edad recomendada.
Mamografías regulares a partir de los 50 años
Así lo explicó a 20minutos la responsable de prevención de la Asociación Española contra el Cáncer Estíbaliz García, que detalló que "por ahora, las mamografías regulares se recomiendan por lo general a partir de los 50 años de edad y cada dos años para maximizar las probabilidades de detectar un posible cáncer de mama".
"Esto depende de todas maneras de las características de cada mujer", añade: "a lo mejor, si el médico ve que la mama es más fibrosa puede recomendarnos empezar a los 45 años, o hacerlas cada año en vez de cada dos años".
Sin embargo, advierte, "tenemos que desterrar la idea de que cuantas más pruebas me hagan más segura voy a estar, porque eso, sobre todo en el cáncer de mama, a lo que conduce es a un sobrediagnóstico. La mayoría de las lesiones que vamos a encontrar en la mama son benignas".
Consejos a las mujeres jóvenes
"Aumentando la frecuencia de estas pruebas", añade la experta, "hemos demostrado que no se produce una disminución de la mortalidad, sino más bien un aumento del sobrediagnóstico. Más estrés y ansiedad para estas mujeres; abordaje de lesiones que a lo mejor no requerían ningún tipo de respuesta sanitaria y, por supuesto, un consumo de recursos que hace que se reduzca el foco donde sí sabemos que va a haber más riesgo".
García recomienda a las mujeres más jóvenes sin factores de riesgo "que lleven una vida saludable (no fumando, no tomando alcohol, alimentándose bien y haciendo ejercicio) para reducir las probabilidades y que se hagan habitualmente exploraciones mamarias, sin que esto sustituya la detección precoz".
Y, por su lado, a las mujeres que sí están sujeta a algún factor de riesgo les aconseja "acudir a su médico de referencia a valorar qué tipo de antecedentes de cáncer tiene (no todas las mutaciones tienen el mismo riesgo) y, dependiendo de sus características, se incorporará a un estudio más adelantado antes de llegar a los 50 años"
Referencias
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