Como cada año, este 12 de octubre se celebrará en Madrid el desfile militar por el Día de la Fiesta Nacional que presidirán los reyes Felipe y Letizia, que una vez más estarán acompañados de la princesa Leonor. El acto llego en medio de un agitado momento político, marcado por polémicas como el caso Koldo, la reforma del proyecto de ley que reduce las penas a 45 presos de ETA o el cupo catalán, que todavía genera muchas críticas por parte de la oposición y algunos barones socialistas.
Por todo ello, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se expone una vez más a sonoras pitadas y abucheos, como ocurre cada año. Ahora afronta uno de los momentos más tensos tras el informe de la UCO de la Guardia Civil que sostiene que el exministro José Luis Ábalos se benefició económicamente de la trama Koldo, e incluye conversaciones de los investigados hablando del propio Sánchez. En concreto, los investigadores ponen el foco en el rescate de la aerolínea Air Europa y la influencia que el supuesto comisionista de la trama, Víctor de Aldama, tuvo para que se ejecutase la concesión de esta ayuda. Aldama llega a mencionar que Sánchez ya habló con Ábalos de este asunto, según la lectura que hace la UCO. Este viernes, Sánchez ha defendido que ha actuado "con contundencia, con determinación y con convicción, desde el primer momento", al pedir el acta de diputado de Ábalos y abriendo un expediente de expulsión del PSOE.
Pero el caso Koldo no es el único asunto que está en los tribunales y que afecta al presidente. Su mujer, Begoña Gómez, continúa imputada en los juzgados de Madrid después de que la Audiencia Provincial autorizara al juez Juan Carlos Peinado a seguir investigando los contratos al empresario Carlos Barrabés.
Otra controversia que ha tenido que afrontar el Ejecutivo es la relacionada con la reforma legal aprobada el 18 de septiembre por unanimidad en el Congreso cuyas implicaciones eran desconocidas por la oposición hasta esta semana. PP, Vox y UPN han descubierto que la reforma rebajaría las penas de más de 40 etarras cuando ya la habían apoyado. Esto ha desatado una confusión generalizada en el que la oposición ha acusado al Gobierno de querer enmascara estas implicaciones, pese a que el Ejecutivo defiende que esto no es más que la trasposición de una normativa europea.
Otro tema que marcará el día de la Fiesta Nacional será la relación entre el Gobierno central y Cataluña. Si el año pasado el asunto que marcó el debate público fue la amnistía, en esta ocasión será el cupo catalán. El concierto económico pactado entre PSC y ERC ha provocado grande críticas no solo por parte del PP, sino también por barones y nombres importantes dentro del PSOE, que acusan a Sánchez de dar un trato privilegiado a Cataluña a cambio de no romper el pacto con los socios de legislatura. Con todo, el desfile de este año tendrá una novedad, que es la presencia después de en una década de ausencias de un presidente de la Generalitat, al confirmar Salvador Illa (PSC) su presencia en los actos.
Como viene siendo habitual, el lehendakari, Imanol Pradales, no acudirá, ni tampoco en esta ocasión el de Canarias, Fernando Clavijo, que ha excusado su asistencia por motivos de agenda. Sí estarán el resto de presidentes autonómicos, incluido el de la Generalitat de Cataluña, Salvador Illa, que rompe así la tendencia de los últimos mandatarios catalanes.
La princesa acompañará a los reyes
La celebración del desfile de este año estará marcada por la climatología, ya que la clásica exhibición aérea podría ser suspendida si las previsiones de fuertes lluvias continúan. Un total de 4.092 efectivos de las Fuerzas Armadas, de los cuales 473 son mujeres, 85 aeronaves y 266 vehículos motorizados pasarán por delante del palco de autoridades.
El desfile comenzará a las 11:00 horas y recorrerá 1.540 metros, desde la Plaza de Carlos V, en Atocha, hasta la Plaza de Colón. A su llegada a la Plaza de Cánovas del Castillo, donde estará ubicada la tribuna real, los reyes recibirán honores militares y Felipe VI pasará revista al Batallón de Honores. La princesa Leonor, vestida con el uniforme de guardia marina, acompañará a los reyes. No lo hará la infanta Sofía, que sigue cursando sus estudios en Gales. En cuanto a las autoridades presentes, además del presidente del Gobierno y la ministra de Defensa, Margarita Robles, también estará el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y el jefe de Estado Mayor de la Defensa (Jemad), el almirante Teodoro López Calderón. El resto de ministros también asistirá.
Si la climatología lo permite, el acto comenzará con el salto de la Patrulla Acrobática de Paracaidismo del Ejército del Aire y del Espacio (PAPEA). Está previsto que este año uno de sus miembros salte con la bandera del décimo aniversario de la proclamación del rey Felipe VI. Tras el izado de la bandera nacional y el homenaje a los que dieron su vida por España, los aviones de la Patrulla Águila sobrevolarán pintando los cielos de Madrid con los colores de la bandera. En total participarán 56 aviones, entre ellos Eurofighter, F-18, Harrier o los 'apagafuegos' que intervienen en la extinción de incendios forestales, además de 29 helicópteros del Ejército de Tierra, la Armada y la Guardia Civil. Este año por primera vez volarán dos helicópteros de la Dirección General de Tráfico (DGT).
Seguidamente, el desfile terrestre comenzará con el paso de las unidades motorizadas encabezadas por la sección de motos de la Guardia Real. Participarán 117 vehículos, 49 motos y 210 caballos. Formarán parte del mismo unidades terrestres y aéreas del Ejército de Tierra, Armada y Ejército del Aire, así como efectivos de Guardia Civil, Unidad Militar de Emergencias (UME), Guardia Real, fuerzas y cuerpos de Seguridad del Estado y diversos organismos de Seguridad, Protección Civil y Emergencias.
Como novedad este año se incorporan al desfile las banderas de Eslovaquia, Eslovenia, Portugal y Chequia, países que junto a España forman uno de los ocho grupos de combate que configuran la brigada multinacional en la operación Presencia Avanzada Reforzada, encargada de la disuasión en el flanco este de la OTAN. También participa por primera vez la bandera de la ONU, escoltada por un piquete, en honor de militares españoles desplegados en el exterior, especialmente los que están en el sur del Líbano encuadrados en la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas para el Líbano (UNIFIL).
Una vez finalizada la parada militar, los reyes Felipe y Letizia y la princesa de Asturias se trasladarán al Palacio Real para la tradicional recepción a las altas autoridades del Estado y a representantes del mundo político, económico, social y cultural.