A raíz de la pandemia por covid nos interesamos por virus y bacterias, esos microorganismos con los que convivimos en la cotidianeidad agazapados gracias a su tamaño microscópico. Están presentes en toda la casa, y de forma especial en algunas áreas y en objetos como es el caso de las toallas, ese textil que parece inofensivo aunque lo cierto es que en ellas las bacterias campan a sus anchas, como advierte Boticaria García.
La presencia de virus y bacterias nos suelen preocupar más por su procedencia externa, entendemos que es algo del exterior que llega como una amenaza a nuestros cuerpos y hogares. Sin embargo, las infecciones y enfermedades se pueden gestar igualmente en nuestras casas, como consecuencia, por ejemplo, del nivel de higiene.
Si pensamos en esos objetos que utilizamos de forma diaria y rutinaria, las toallas son uno de ellos. Tanto la del lavabo como la de la ducha y la del pelo (en caso de necesitarla) están generando ambientes húmedos en sus fibras textiles y no siempre cuentan con el secado adecuado. Ahí es donde entra la advertencia de la farmacéutica influencer Boticaria García. "A partir de la semana de uso, se produce un 89 por ciento de posibilidades de que se generen bacterias", tal y como ha dicho recientemente en un programa de televisión.
Cuáles son las señales de alarma
Tras días de uso las toallas dan señales claras de que deben ser cambiadas, todo está en la atención que pongamos. El olor es lo más evidente, pero también están las manchas oscuras, como indica Boticaria García. Cuando ambos signos son visibles, la toalla debe cambiarse inmediatamente y, como prevención, no esperar a que esto suceda, de forma que la farmacéutica aconseja no esperar más de tres o cuatro días.
Al hilo de esto, la experta indica que es importante pensar cómo nos secamos el cuerpo y aconseja que la acción vaya desde la cara al torso y, como últimas partes, los genitales y los pies. La explicación es sencilla: son los lugares donde pueden instalarse más microorganismos peligros y el efecto contagio entre las partes del cuerpo es un riesgo.
¿Qué riesgos hay?
Además de tener en cuenta nuestro propio uso cotidiano de la toalla, Boticaria García alerta del riesgo extra que adquirimos al compartir toalla, en su opinión una línea roja a evitar para no alterar nuestro organismo. Si bien la mayoría de bacterias provocará enfermedades leves, un 25 por ciento de ellas son potenciales accionadoras de patologías graves.
La experta llama la atención sobre virus del papiloma o el virus de pie de atleta como posibilidad de contagio al utilizar toallas que no cuenten con la higiene debida. Además de no compartirlas, resalta que es necesario lavarlas a más de 60 grados y que lo ideal es que se sequen al aire libre.