Pese a que las toallas son artículos que utilizamos prácticamente a diario, seguimos sin tener claro la periodicidad de sus lavados, algo que podría ser más importante para la salud y el bienestar de lo que parece.
Para salir de dudas, se realizó una encuesta a más de 2.200 personas en Reino Unido sobre cada cuánto lavan sus enseres, revelando que nadie tenía claro cuál era la frecuencia ideal, según recogió la BBC. Entre los más de 2.000 encuestados, una de cada cinco personas aseguraron poner una lavadora de toallas una vez al mes.
Por otro lado, un 25% del total compartió que lo hacía una vez a la semana y una de cada 20 personas, automáticamente después de ducharse. El 44% restante confesó lavarlas de manera muy poco habitual, en concreto, cada tres meses o incluso más.
Por su parte, una médica especializada en higiene del hogar y en prevención de enfermedades infecciosas llamada Sally Bloomfield aseguró estar completamente sorprendida con la respuesta del 44% de los votantes, ya que, en su opinión, "las toallas estarían ásperas, llenas de transpiración y serían muy incómodas de usar".
Bacterias, hongos y más microorganismos
Pese a la duda existente en tantos hogares, lavar las toallas sería fundamental para mantenernos sanos ya que no hacerlo de manera frecuente podría ser "un riesgo para nuestra salud". "A pesar de que pueden verse limpias, han acumulado con el tiempo millones de gérmenes y pueden ser un grave peligro para la salud de quien sea que viva contigo", explica la experta.
Por cada vez que nos duchamos o lavamos, las toallas recogen todo tipo de residuos que habitan en nuestra piel, como jabones, aceites o incluso maquillaje, además de células muertas y suciedad. Todo ello mezclado con agua puede crear un hábitat bacteriano para hongos y más microorganismos sin darnos cuenta.
Sally Bloomfield confiesa que para mantenernos sanos "el plazo razonable" para lavar estos enseres "sería de al menos una vez a la semana", algo que según la encuesta, no es lo más habitual en los hogares. Pero que sea razonable, no significa que sea lo ideal, según un microbiólogo y profesor de la Universidad de Nueva York.
Philip Tierno explica en el diario The Wall Street Journal que con tan solo dos o tres usos, una toalla ya comienza a acumular bacterias y gérmenes, por lo que deberían ser lavadas, por lo menos, antes de usarlas cuatro veces. "Si desprenden mal olor, hay microbios creciendo", advierte, por lo que en ese caso, habría que lavarla inmediatamente.
