La representante australiana de 'breakdance' en los Juegos Olímpicos, Rachel Gunn, conocida como Raygun, anunció hace unos días que se retiraba por la presión a la que se somete desde su polémico baile en París. Sin embargo, este lunes matizó que si bien no participará en algunas competiciones, no dejará de practicar este deporte ni de actuar públicamente.
"Todavía voy a formar parte de los 'jams' (espectáculos) de la comunidad. Me gustaría ir a los 'jams' de la comunidad y seguir bailando y seguir rompiéndola, nunca he usado la palabra retirarse. No me estoy retirando", enfatizó hoy Raygun, de 37 años, en una entrevista con la cadena Nine de la televisión australiana.
Con sus declaraciones actuales, Raygun matizaba la entrevista que dio la semana pasada a la emisora australiana 2Day FM, donde anunciaba que no competiría más porque se sentía "decepcionada" por la polémica surgida en torno a su actuación en los Juegos de París.
Entonces Raygun dijo a 2Day FM: "Todavía hago 'break', pero no compito. Ya no voy a competir más", al afirmar que "el nivel de escrutinio va a estar ahí. La gente lo grabará, lo publicará en internet. No será la misma experiencia por todo lo que ha sucedido".
"Explicaba a 2DayFm que no voy a participar en ciertas competiciones, que tampoco me pareció un bombazo porque breakdance no va estar en las Olimpiadas en cualquier caso", dijo hoy a Nine.
El incipiente 'breakdance', que fue incluido por primera vez en los Juegos Olímpicos de París y no estará en Los Ángeles 2028, no tiene unos estándares marcados, a diferencia de otras disciplinas deportivas, lo que deja mucho espacio a las capacidades de improvisación e innovación.
La actuación de Raygun en los Juegos, en las que no sumó ningún voto de los jueces, se convirtió en tendencia en internet debido a sus movimientos de baile poco ortodoxos, con saltos que imitaban a un canguro, generando una avalancha de burlas e insultos en las redes sociales, así como una serie de comentarios de apoyo.
Raygun reconoció este lunes que el breakdance es "bastante polarizante" y afirmó que para ella es más que un deporte.
"Es una cultura, una comunidad, un estilo de vida. No te puedes retirar de la cultura, no te puedes retirar de una forma de arte - así que por eso nunca voy a parar", acotó Raygun en la entrevista con Nine.
Raygun, cuya selección como representante a los Juegos Olímpicos llegó a ser cuestionada, fue reconocida en septiembre como la número uno del mundo en breakdance por la World DanceSport Federation (WDSF), el organismo rector de este y otros deportes de baile.