Con las cinco mil bombas buscapersonas (busca) la guerra ha saltado a los supermercados, las calles, las casas. Ya estaba allí cuando bombardean a civiles Israel, Hezbolá, Hamás, Rusia/Ucrania... pero ahora ha saltado de dimensión: al móvil, que es el alma.
Si se puede hacer eso en los buscas lo de poner bombas en móviles es aún más fácil. Se habían quitado los móviles porque Israel y los clientes, con Pegasus por ejemplo, hackeaba todo (incluso a Sánchez le leyeron la intimidad quizá casi seguro por lo menos Marruecos).
Se quitan los móviles y les meten explosivos en los buscas. El terror está en casa, en el bolsillo, ¡en la mano!
Los aspectos temibles del móvil, a los que apenas prestamos atención, se amplían y saltan de escala con este ataque masivo en Líbano. Quirúrgico no es porque a los que estaban cerca también les ha dañado.
Cualquiera se acerca al móvil... que es imprescindible.
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Y por cierto ya basta de aplicar "quirúrgico" a ataque: la cirugía es para reparar y curar, no para matar.