Andersson, el atacante que asesinó a 11 personas en Suecia: un ermitaño que actuó en solitario y que tenía licencia para cuatro rifles

Entró en un centro educativo armado y disparó decenas de veces provocando el "mayor tiroteo masivo de la historia de Suecia". Un hombre mataba a once personas y dejaba varios heridos (entre ellos seis ingresados en el hospital universitario de la localidad y otros dos en la unidad de cuidados intensivos) este martes en la escuela para adultos Campus Risbergska, un centro para adultos de la ciudad sueca de Örebro, y después se quitaba la vida. Un ataque que ha horrorizado al país y del que se habían dado pocos detalles, como la identidad del autor.

Pese a que las autoridades suecas han mostrado un férreo hermetismo sobre la investigación y el atacante, los medios locales ya han hecho público el perfil del agresor. Según avanzaba este miércoles el diario sueco Aftonbladet.se, el autor de los crímenes es Rickard Andersson, de 35 años, que vivía aislado de la sociedad y que llevaba diez años desempleado.

Según apunta el mencionado medio, que ha tenido acceso a los documentos de la Agencia de Servicio Nacional Sueca, Andersson tuvo como objetivo durante años entrar en el Ejército, al que solicitó acceso en varias ocasiones, todas ellas denegadas. Que no contara con la titulación de educación secundaria fue determinante para la negativa.

Además, el joven tenía problemas mentales, extremo que no le impidió obtener licencia para cuatro rifles. Para obtener un permiso de armas en Suecia es necesario someterse a una prueba de idoneidad realizado por la propia Policía y uno de los requisitos es tener licencia de cazador. Precisamente, según los periódicos suecos, durante el crimen en el centro educativo el hombre portaba tres rifles y un cuchillo, uno de ellos de caza normal con munición del calibre 30-06.

Problemas sociales y mentales

En palabras de personas del entorno de Andersson, tenía problemas sociales y mentales que comenzaron ya en la escuela. "Solía pasar el tiempo con un amigo, pero ahora no. Él quiere estar solo, parece que no le gusta la gente y esas cosas", comenta un familiar al periódico sueco.

Por otro lado, según ha avanzado Reuters, Andersson no era conocido por la Policía ni tenía antecedentes penales. Al parecer, se trataría de un lobo solitario y poco se sabría de lo que le movió a disparar contra los alumnos del centro, ya que no tenía conexión con pandillas ni grupos y no estaría movido por ideologías religiosas o políticas. Lo que sí se ha confirmado es que finalmente se suicidó en el lugar de los hechos.

Las autoridades han destacado sobre el ataque de este martes la "violencia brutal contra personas inocentes". En imágenes difundidas en redes sociales se puede apreciar el momento en que un usuario graba desde el edificio lo que parece ser el patio, mientras se escuchan hasta una decena de tiros. "Ay, dios mío", exclama aterrado. En otro vídeo también se ve como decenas de alumnos se esconden bajo las mesas bajo el intenso sonido de una sirena.

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