Video: 'El muro de Berlín y los que vinieron después', por Lucila Rodríguez-Alarcón

"El 9 de noviembre de 1989 miles de berlineses empezaron a destruir con sus manos el muro de Berlín. Así acababan los 28 años de división de Berlín y también de Europa por el muro de la vergüenza, como lo llamaban los occidentales, o el muro antifascista como llamaban los soviéticos. El muro se había construido en cuestión de días en 1961, había habido una llegada de más de 40.000 personas a Alemania del oeste y Alemania del este se estaba quedando despoblada así que decidieron construir el muro.

Como todos los muros, esa construcción inerte solo dificultaba el paso pero no podía evitar que la gente pasara. Sin embargo protegidos tras sus paredes los militares que lo custodiaban convirtieron el muro de Berlín en un arma letal, ya que tenían órdenes de tirar a matar a quien se aproxima.

Así se estima que murieron hasta 5000 personas abatidas en 28 años.
Cuando hace ahora 34 años cayó el muro, esa noche del 9 de noviembre, la emoción fue enorme, se había acabado con la barbarie, no habría más muertes de inocentes, no más división, volvemos a ser una sola Europa, sin muro, con libertad. El sueño apenas duró siete años. En 1998 se inaugura del muro de Melilla, y es España la que abre la veda en en Europa de la nueva construcción de muros fronterizos.

Pero atención que no es hasta que cuando a raíz del 11 S de 2001, cambia la narrativa, y se empieza pintar a “los extranjeros” como potenciales terroristas que la construcción de uros en el mundo se dispara, Y así pasamos de 20 muros que había en 2002 a los mas de 80 que hay ahora.

El caso es que ninguno de esos 80 muros es todavía capaz de impedir el paso por si mismo, por mucha concertina, sirga o muro que se le ponga. Lo único que es capaz de detener el paso de las personas son otras personas armadas. Pero a diferencia de quienes custodiaban el muro de Berlín, quienes custodian ahora los muros europeos no pueden matar impunemente “del todo”. Se puede asumir una masacre fortuita cómo se entiende que fue la de Melilla, pero todavía sería difícil de justificar un tiroteo mortal. Así que hemos desplazado nuestra fronteras más allá de esos muros superferolíticos y pagamos a otros países como Marruecos, Libia, Mauritania, Senegal, para que hagan el trabajo sucio por nosotros.

¿Si los muros no sirven porque se siguen construyendo? Eso habría que preguntárselo a todos los agentes de la industria del control migratorio que han ganado miles de millones de euros en los últimos años. Entre ellos está pequeño puñado de empresas españolas, que crecen a costa del dinero público, en las que casualmente podemos encontrar a altos cargos de gobiernos pasados.

¿Existe alguna opción de cambio? Pues yo tengo mucha fe en nuestra sociedad y estoy convencida de que a base de contar esta historia una y otra vez algún pondremos fin a este sinsentido. Ya se empieza a hablar de la industria del control de migratorio, es cuestión de tiempo que la sociedad se canse y empiece a pedir explicaciones. El muro de Berlín tardó 28 años en caer, pero cayó".

Lucila Rodríguez-Alarcón, directora de 'PorCausa', en 'Público'.

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