El Ministerio de Defensa pone este lunes en marcha en el mar de Alborán las maniobras Eagle Eye 25-01, unos ejercicios militares con la participación del Ejército del Aire, de Tierra y de la Armada, que persigue integrar las capacidades de las tres ramas de las Fuerzas Armadas en el sistema de defensa aérea nacional.
Las maniobras, que durarán hasta el viernes, arrancan después de que la semana pasada los líderes de la Unión Europea avalaran préstamos de 150.000 millones de euros para gasto militar en el marco de un ambicioso plan de rearme de Europa, un acuerdo en el que Pedro Sánchez logró incluir que se ponga especial importancia a la seguridad "en el flanco sur" de la UE, histórica reclamación del Gobierno español.
"El flanco sur es uno de nuestros mantras porque España siempre recalca en cualquier reunión o foro internacional, que es muy importante prestar atención al sur. La OTAN está mucho más preocupada por el flanco oriental y nosotros somos solidarios porque tenemos fuerzas desplegadas allí, pero siempre conviene recordar que pueden existir potenciales amenazas desde el sur", explican a este periódico fuentes de Defensa.
Aunque según el Gobierno las relaciones con Marruecos pasan por "su mejor momento en décadas", no cabe duda de que esa relación de vecindad no siempre han estado exenta de problemas. Solo hay que recordar el incidente de Perejil, cuando Marruecos ocupó el islote español en 2002 y provocó la intervención del Ejército para recuperarlo: es el último conflicto armado en el que ha participado España sin formar parte de ninguna coalición internacional.
En cualquier caso, desde Defensa dejan claro que estas maniobras militares "no van dirigidas contra Marruecos ni contra nadie en particular", sino que están destinadas a "mejorar la defensa aérea de España ante un hipotético ataque por el flanco sur", que no tiene por qué venir directamente de una ofensiva lanzada por otro país: "La amenaza puede venir por múltiples causas, desde un grupo terrorista que en un momento determinado sea capaz de lanzar un enjambre de drones contra nuestro territorio, a la presencia de grupos armados paramilitares o al estallido de una guerra entre Marruecos y Argelia que desestabilice la región".
"Las maniobras sirven para preparar una respuesta en caso de sufrir un ataque desde el sur o el sudeste. Sirven sobre todo para mejorar la integración de la defensa aérea entre los medios disponibles de la Armada, el Ejército del Aire y la artillería antiaérea de Tierra", dicen las fuentes.
Cazas en el aire en menos de 15 minutos
Lideradas por el Mando Operativo Aéreo y bajo control del Mando de Operaciones (MOPS), las maniobras Eagle Eye suponen una de las grandes activaciones que realizan anualmente las Fuerzas Armadas en territorio nacional. En esta ocasión, los efectivos de tierra, mar y aire desplegados se concentrarán en la defensa del espacio aéreo del mar de Alborán y el sudeste peninsular.
Participan por parte del Ejército del Aire seis cazas Eurofighter C16 del Ala 11, con base en Morón de la Frontera (Sevilla). Estos aviones, que pueden ir equipados con misiles AMRAAM y bombas guiadas, realizarán misiones de alerta de reacción rápida QRA (Quick Reaction Alert) y servicios de alerta temprana en labor de Policía Aérea, "siendo capaces de estar en el aire en menos de 15 minutos desde la detección de una traza no identificada", indica Defensa.
El epicentro de estas maniobras estará en Murcia y para apoyar a los Eurofighter se desplegarán en la base aérea de San Javier 80 militares del Ejército del Aire, entre tripulaciones y personal de mantenimiento y apoyo. Asimismo, el Grupo Central de Mando y Control (GRUCEMAC), ubicado en la base de Torrejón de Ardoz, será el encargado de ejercer la vigilancia del espacio aéreo.
Por su parte, el Ejército de Tierra desplegará en los alrededores de Cartagena a la Unidad de Defensa Antiaérea III-73 para complementar la vigilancia del espacio aéreo. Esta unidad contará con sistemas de misiles antiaéreos Hawk, Patriot y Mistral, además de cañones 35/90, con el objetivo de proteger las zonas encomendadas ante cualquier amenaza aérea.
También participará la Unidad de Transmisiones del Mando de Artillería Antiaérea y una unidad de protección de la fuerza de la Brigada Paracaidista BRIPAC, con base en Javalí Nuevo (Murcia). En total, serán 250 efectivos de Tierra los que serán desplegados.
Asimismo, los ejercicios militares contarán con la participación de la Armada, que operará en el Mediterráneo con la fragata Almirante Juan de Borbón, equipada con tecnología de última generación y capaz de realizar misiones de defensa aérea y guerra antisubmarina.
Este buque de 146 metros de eslora cuenta con un radar aéreo SPY-1D, preparado para detectar aeronaves a más de 400 kilómetros de distancia y con capacidad de seguimiento de misiles balísticos. Su misión será integrarse en el sistema de defensa aérea para complementar la cobertura de los escuadrones de vigilancia aérea desplegados.