Los reyes Felipe y Letizia han inaugurado la 44ª edición de ARCO, la feria de arte más importante de nuestro país, con el recuerdo de Helga de Alvear, una de sus galeristas insignes, en la memoria de todos. Alvear, una incondicional de esta cita, falleció hace un mes. Los reyes estuvieron con ella hace un año, en esta misma cita.
Los reyes han sido recibidos por el Presidente del Comité Ejecutivo de IFEMA Madrid, José Vicente de los Mozos; la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso; el ministro de Cultura, Ernest Urtasun y el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, entre otros.
Antes de la visita real, que es tradición para abrir la feria, cientos de coleccionistas, compradores, artistas y curiosos han asaltado este miércoles los interminables pasillos de los pabellones 7 y 9 de Ifema en la primera mañana de ARCO, los mismos que han visitado los reyes.
Tras la apertura de puertas por la mañana, el empresario argentino y mecenas del arte, Eduardo Constantini; los coleccionistas Blanca y Borja Thyssen, el director de la Fundación Banco Santander, Borja Baselga, y políticos como el popular Borja Sémper, paseaban entre los stands de las 178 galerías nacionales e internacionales en busca de una nueva adquisición o solo por el gusto de ver arte contemporáneo.
El Amazonas es el proyecto central, uniendo pasado y futuro a través de las galerías y su esencial relación con artistas y coleccionistas.
Entre los stands se pueden ver obras de Tapies, Palazuelo y Carlos Alcolea, también del japonés Takashi Murakami, en la Galería Perrotin; el chino Ai Wei Wei, que presenta una Ola azul en porcelana, en una galería de Berlín, y el polaco Xawery Wolski muestra sus piezas "aéreas, etéreas, para huir de la realidad", en la Galería Leto.
La galería Max Estrella, presenta una gran obra lumínica de Daniel Canogar; la galería Lelong, de París, centra su stand alrededor de la escultura de un serenísimo rostro del artista Jaume Plensa, y la galería Juan Silió, exhibe unos collages tridimensionales de Miguel Tornero.
Su recorrido ha comenzado en Krinzinger, galería con sede en Viena especializada en arte contemporáneo, con dos sedes y 50 años de experiencia. Después han podido ver las obras más comentadas de esta edición, como la cortina de aluminio negro con el número 7291 haciendo referencia a las personas que murieron en las residencias durante la crisis sanitaria. También ha llamado la atención una estatua de la libertad con un brazo cortado y el rostro triste.
La pieza más cara que se exhibe este 2025 es Tête aux trois cheveux devant la lune, (Cabeza de tres cabellos delante de la luna) de Miró, valorada en 1.600.000 euros y expuesta en la galería española Leandro Navarro. La más barata es la de Inma Herrera, que tiene un valor de 300 euros y se puede ver en la galería F2 Gallery.
ARCOmadrid 2025 presenta contenidos artísticos con las galerías de Programa General, como eje principal de la Feria, seleccionadas por el Comité Organizador. En las secciones comisariadas, Opening. Nuevas galerías acoge una selección de galerías de menos de 7 años, realizada por Cristina Anglada y Anissa Touati y el proyecto Perfiles | Arte Latinoamericano, comisariado por José Esparza Chong Cuy.
El recuerdo de Helga de Alvear ha estado muy presente. "Es muy difícil empezar estas palabras. Estar aquí, en el stand de la galería Helga de Alvear con estas obras maravillosas que compró con tanto cariño a tantos colegas... Nos lo hizo tan fácil a todos los que trabajamos aquí", ha dicho la directora de ARCO, Maribel López.
Escuchando estas bonitas palabras estaba Patricia, la hija de la coleccionista, quien ha remarcado lo importante que era para su madre esta cita en la que encontraba fuerzas para seguir adelante: "Estará probablemente feliz y contentísima. El tiempo que estuvo enferma, lo que le empujaba a seguir a delante era la idea de estar en ARCO y tengo la espinita de que no pudiese llegar".