No es ningún secreto que las redes sociales implican un bombardeo constante de imágenes de cuerpos de mujeres delgadas, atléticas, a la moda y con una aparente vida idílica. Este es un debate que lleva ya un tiempo estando en la conversación pública y al que el Ministerio de Igualdad ha querido poner cifras en un estudio publicado este miércoles. Esa aparente perfección mostrada en internet tiene un impacto en la autopercepción de las mujeres jóvenes: el 83% reconoce que las redes influyen en su imagen, estilo de vida, alimentación y decisiones de consumo. Más de la mitad siente presión por parecerse a las imágenes por lo que ve en estas plataformas que, además, se han convertido en un nicho perfecto para todos los negocios de cambio de imagen: el 72% recibe anuncios sobre operaciones estéticas.
La investigación recopila las respuestas de un millar de mujeres de entre 18 y 30 años junto a los resultados obtenidos tras realizar seis grupos focales con 48 participantes, un taller propositivo con 18 creadoras de contenido y especialistas, y entrevistas con tres expertas en feminismo y ámbito digital. El objetivo del estudio es comprender cómo las jóvenes construyen su autopercepción a partir de su representación en el entorno digital, ya sea en redes sociales, videojuegos u otras plataformas, para indagar en qué estereotipos de género se encuentran.
Prácticamente todas (el 97%) tenían un perfil en redes sociales cuando fueron encuestadas, siendo Instagram la plataforma más utilizada (79,2%), seguida de TikTok (55,5%) y YouTube (38,8%); aunque las dinámicas de uso varían según la edad. En cuanto al contenido, las temáticas que más consumen suelen ser aquellas vinculadas al ocio, como podría ser moda, belleza o estilo de vida (51,8%). También son frecuentes las temáticas de entretenimiento (48,7%), música (47,1%) o alimentación y gastronomía (37,1%).
Según la investigación, la imagen que perciben las jóvenes a través de las redes sociales reflejan "estereotipos asociados a la moderna superwoman", es decir, a un estándar "inalcanzable" de feminidad. "Alude a la imposibilidad de realizar dobles jornadas y de mantener los roles de proveedoras y cuidadoras, en paralelo y con total eficacia, mientras que se exige un estándar físico y emocional inverosímil", detalla el documento elaborado por el Instituto de las Mujeres. En esa línea, tanto las expertas participantes como las propias encuestadas expresan una opinión muy negativa de la publicidad que les aparece en las plataformas, ya que consideran que refuerza expectativas irreales sobre la apariencia y el comportamiento femenino, lo que, junto a la hipesexualización del cuerpo femenino, contribuye a que sientan una presión constante por cumplir con ideales inalcanzables.
Algo que se refuerza, básicamente, por el tipo de contenidos hechos por y para ellas: las mujeres están más presentes en ámbitos dedicadas a la estética y la imagen corporal, pero, sin embargo, tienen una representación mucho más limitada en áreas más masculinizadas, como la tecnología y la ciencia o el deporte y los videojuegos. Casi dos de cada tres recibe frecuentemente anuncios sobre moda o belleza, un 41% sobre entrenamientos y una de cada tres sobre alimentación o dietas. Pero el estudio advierte de la "preocupante alta exposición" de estas jóvenes a anuncios sobre operaciones estéticas: al 74,2% le aparecen de forma frecuente u ocasional.
Pocas mujeres racializadas y con discapacidad
Además, las encuestadas manifiestan una representación muy baja de las mujeres racializadas y las mujeres con discapacidad que, según el documento, están "profundamente invisibilizadas". Según las propias jóvenes, las mujeres representadas son: de estatus económico alto (60,2% está muy de acuerdo), generalmente mujeres delgadas (55,6%), sin discapacidad (54,9%) y no racializadas (52,6%). Además, casi la mitad asegura que estas mujeres se muestran su rostro o su cuerpo con filtros (el 44,5%) y que tienen operaciones estéticas (42%).
Aun así, más del 70% de las jóvenes se identifica con las mujeres que aparecen en el contenido de las plataformas, aunque, evidentemente esa identificación es menor entre las racializadas (solo el 17%) y las jóvenes con discapacidad (12,5%).
¿Los efectos? La mayoría reconoce que esta representación de las mujeres en redes sociales tiene un impacto en la autoestima, su salud mental y en la percepción de sus propias capacidades y potencialidades. Más del 83% siente que les influyen en algún grado, ya sea a la hora de hacer una compra, cambiar su estilo personal, el ejercicio físico, la alimentación o la imagen personal. Además, el 56,7% se ha sentido presionada por parecerse a las mujeres que aparecen tras su pantalla y casi una de cada cuatro piensa que algo en su vida no está bien o siente insatisfacción por su cuerpo.
El 72% recibió comentarios sexuales no deseados
La investigación indaga también en la violencia y la discriminación digital que sufren las mujeres, y señala que el 72,2% de las jóvenes recibió comentarios sexuales no deseados y que casi el 60% sufrió insultos o menosprecios por comentarios machistas. Ante estos comportamientos, lo más común es bloquear a los agresores en casos de acoso sexual (71,2%) o de mensajes misóginos (69,1%), aunque pocas denuncian en redes o ante la policía.
(Más información en breve)