En el primer capítulo de la serie House of Cards, el protagonista Frank Underwood (interpretado por Kevin Spacey) asiste a la investidura del nuevo presidente de EEUU en el Capitolio. Allí, mientras el presidente electo jura su cargo, advierte mirando a los espectadores de que lo importante en política ocurre en los márgenes de la foto, y que cuando la gente observe la escena en 100 años, lo mirarán a él en el extremo de la imagen en lugar de al nuevo presidente.
De la misma forma, hoy todas las miradas se dirigirán a Donald Trump, que jura el cargo como nuevo presidente de EEUU, pero en su administración otro nombre está llamado a tener, a priori, un gran peso en las decisiones del Despacho Oval: Elon Musk.
La persona más rica del mundo ha sido el gran aliado de Trump -uno de sus mayores donantes en campaña y su gran publicista a través de su altavoz mediático, su red social X- y ahora verá recompensada su lealtad con poder e influencia directa en la Casa Blanca. También será el encargado de velar, como asesor, por la eficiencia del gasto público en su nuevo departamento: el DOGE.
Elon Musk reducirá el gasto público y tendrá influencia directa en el Despacho Oval
Aunque a nadie se le escapa que Elon Musk será partícipe de muchas decisiones que se tomen en el Despacho Oval, ya que será el principal asesor del presidente Trump, también tendrá un cargo oficial en la nueva administrción, al cargo del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE).
El DOGE -en clara referencia a la criptomoneda de Musk- será el nuevo organismo encargado de diseñar y efectuar la reforma de la Administración pública de Estados Unidos, una de las grandes promesas de Trump durante la campaña electoral.
Musk y el empresario Vivek Ramaswamy serán los encargados de "allanar el camino" para que la nueva Administración "desmantele la burocracia gubernamental, reduzca drásticamente el exceso de regulaciones, recorte los gastos superfluos y reestructure las agencias federales", según explicó Trump en sus redes sociales.
La misión de Musk al frente del DOGE será reducir los 6.500 millones de dólares de los que, según sostiene el presidente electo, consta el gasto público anual de Estados Unidos, acabando "con el despilfarro y el fraude masivos" y maximizando la eficiencia. Trump ha llegado a calificar este objetivo "el Proyecto Manhattan" -en el que EEUU desarrolló la bomba atómica durante la Segunda Guerra Mundial- de su administración, y da de plazo para conseguirlo hasta el 4 de julio de 2026, coincidiendo con el 250º aniversario de la independencia de Estados Unidos.
Sin embargo, la eficiencia del fasto público no será la única influencia de Musk sobre la nueva administración Trump: todo hace pensar que Trump contará con su apoyo en asuntos clave de la política nacional e internacional, como las relaciones con otros países o la desregulación de la industria y el tejido económico de EEUU.