Hansi Flick vuelve a dejar en evidencia a un Carlo Ancelotti de nuevo señalado y en el punto de mira

Dos Clásicos, dos goleadas. Nueve goles para el Barça, dos para el Real Madrid. Son los fríos datos de los dos partidos que han jugado los dos colosos del fútbol español esta temporada, separados por apenas un par de meses y medio y que dejan muy señalado a Carlo Ancelotti y elevan a los altares a un Hansi Flick que supera, con la conquista de la Supercopa de España, su momento más complicado en el banquillo azulgrana.

Llegaba efectivamente con muchas dudas el FC Barcelona, con una mala racha en Liga que le había hecho perder el liderato e incluso caer hasta la tercera posición. Solo la buena imagen en Champions –con una buena victoria en Dortmund ante el Borussia– salvó unos desastrosos meses de octubre y noviembre.

Sin embargo, en Yeda se ha vuelto a ver al gran Barça de principio de temporada. Ante el Athletic, uno de los equipos más en forma de Europa, logró una victoria convincente en las semifinales de la Supercopa. Y ante el Real Madrid, su superioridad ha sido de nuevo manifiesta, casi insultante. Hansi Flick sale reforzado y adorado por el barcelonismo tras las dos goleadas infligidas al eterno rival.

Lo que más ha sorprendido del Clásico en Arabia Saudí no ha sido el título azulgrana, sino el cómo se produjo. Una humillación en toda regla para muchos, aficionados madridistas incluidos. De la final han salido muy señalados jugadores como Lucas Vázquez, Aurelién Tchouaméni y Ferland Mendy, los principales cabezas de turco de una catástrofe que pocos esperaban tras la mejoría del juego madridista en las últimas semanas.

Pero tras el enfado con los groseros errores de los jugadores –también se ha señalado a Eduardo Camavinga, Vinícius y Rodrygo Goes–, el analisis del partido deja muy tocado a Carlo Ancelotti. Otra vez.

La crisis del Real Madrid entre octubre y noviembre, con dolorosos resultados en contra en cuanto el rival era de enjundia –el 0-4 ante el Barça, el 2-0 en Liverpool o el 1-3 frente al Milan– hicieron que los rumores sobre una posible destitución de Carlo Ancelotti arrecieran con muchísima fuerza.

Sin embargo, el conjunto blanco reaccionó, empezó a entonarse Kylian Mbappé y la remontada en Liga –el Real Madrid llegó a ser líder provisional y ha superado alBarça en la tabla– y el segundo título de la temporada –la Copa Intercontinental– hizo que la posición de Ancelotti volviera a quedar reforzada.

Sin embargo, dos goleadas tan cercanas ante el eterno rival vuelven a traer el debate a escena. Al entrenador italiano se le acusa de no tener trabajado al equipo, que se parte constantemente en lo que parece un deja vu de la época de los Galácticos: seis jugadores defienden y cuatro atacan, desentendiéndose de cualquier tipo de trabajo en muchos momentos.

En cambio, el Barça da la sensación de todo lo contrario. Un equipo con las ideas claras, que sabe lo que hacer con el balón, que ha cambiado su modo de jugar cuando la ocasión lo ha requerido –la línea del fuera de juego ya no es tan adelantada– y en el que todos sus futbolistas tienen un claro compromiso con la labor grupal. La mano de Hansi Flick se deja notar.

La prudencia de Florentino

El puesto de Ancelotti no parece peligrar en el corto plazo. La prudencia de Florentino Pérez, que no olvida que Ancelotti es el vigente campeón de Liga y Champions –competición que ha ganado dos veces en los últimos tres años– y además el equipo tiene opciones en todos los grandes títulos.

Eso sí, el presidente del Real Madrid no se ha librado de las críticas en las últimas horas. La afición no entiende algunas de sus actitudes: se niega a fichar en el mercado invernal pese a las numerosas lesiones y las evidentes necesidades del equipo y ha parecido ir de la mano del eterno rival en el caso Dani Olmo.

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