Con la tensión entre Rusia y la OTAN aumentando cada día, el presunto sabotaje de dos cables de telecomunicaciones descubierto esta semana en el mar Báltico puede ser parte de eso que los ministros de Exteriores de Alemania y Finlandia ha llamado guerra híbrida. Ahora, hay sospechas de que el responsable de la rotura de los cables haya sido sido un buque chino.
Entre el domingo y lunes pasados aparecieron dos cables submarinos de telecomunicaciones que atraviesan el Báltico. El cable que conecta Helsinki con el puerto alemán de Rostock dejó de funcionar en la madrugada del lunes. El otro, entre Lituania y una isla de Suecia (el BCS), se vio interrumpido horas antes (el domingo).
Cinia, la empresa finlandesa de ciberseguridad y telecomunicaciones que gestiona el cable entre Alemania y Finlandia (C-Lion1), ya dijo el lunes que la conexión podría haber sido cortada "por una fuerza externa". Según declaró un portavoz a los medios locales, "este tipo de roturas no se producen en estas aguas sin un impacto exterior", declaró un portavoz a los medios locales.
Buque chino procedente de puerto ruso
Esa fuerza externa podría ser el carguero Yi Peng 3. Este martes fue interceptado y abordado por el buque de la Armada danesa Y311 Søløven. Las autoridades colocaron incluso a un piloto local a bordo del barco chino a su paso por el estrecho de Dinamarca, asegurándose de que permaneciera bajo estrecha vigilancia. Al tiempo, patrulleras danesas siguieron la estela del carguero.
Actualmente, el barco está anclado en el estrecho de Kattegat, entre Dinamarca y Suecia. Allí ha echado el ancla y ha quedado bajo vigilancia de la marina danesa.
En 2023 ya hubo daños (¿sabotajes?) en un gasoducto y un cable submarino del Báltico. Precisamente, los investigadores de esos casos ya el lunes pasado dieron el nombre de un portacontenedores chino como presunto autor de los hechos que se investigan ahora. Creen que ese buque arrastró su ancla y causó los daños. Lo que no dijeron es si los daños fueron accidentales o intencionados.
El Yi Peng 3, de bandera china, es propiedad de Ningbo Yipeng Shipping. Según los datos de rastreo de Vesselfinder, partió del puerto ruso de Ust-Luga el 15 de noviembre. Atravesó el Mar Báltico, pasando cerca de los cables C-Lion1 y BCS, ambos dañados los días 17 y 18 de noviembre, respectivamente.
El práctico marítimo ruso Alexander Stechentsev, que subió al buque para guiarlo fuera del puerto de Ust-Luga, lo describió como "un granelero estándar de 225 metros" con tripulación china, informa The Guardian. Se encargó de llevar al Yi Peng 3 hasta una boya receptora situada a 11 millas de la costa antes de desembarcar. Según su relato, en el barco "no había absolutamente nada inusual".
El carguero chino... o no
Las autoridades están analizando los movimientos de los buques en la región. Los funcionarios suecos informan de una "identificación de casi el 100%" de los buques en las inmediaciones. Los datos de seguimiento muestran la presencia del buque chino en las proximidades de ambos cables dañados. Per Engström, del Departamento Operativo Nacional de Suecia, declaró que el Yi Peng 3 es "parte de la esfera de interés, pero puede haber más".
Mientras tanto, buques de la marina sueca equipados con submarinos no tripulados realizan búsquedas en el lugar donde tuvieron lugar los daños en los cables de telecomunicaciones para reunir pruebas. El portavoz de la Marina, Jimmie Adamsson, confirmó que las operaciones continúan a pesar de las difíciles condiciones meteorológicas.
200 roturas de cables submarinos al año
Según la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, "si la evaluación inmediata es que se trata de un sabotaje y viene de fuera, entonces es obviamente grave". El Ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, lo tiene claro: "Nadie cree que los cables se hayan dañado accidentalmente".
En cambio, desde Finlandia se pide cautela. El servicio de inteligencia de seguridad finlandé ha hecho un llamamiento a la cautela, señalando que, si bien cada año se producen unas 200 roturas de cables submarinos, la mayoría son consecuencia de actividades humanas, como la pesca o el fondeo.
Rusia ha negado cualquier implicación. El miércoles, el Kremlin dijo que tales acusaciones eran ridículas y que era absurdo acusar a su país sin pruebas. Al tiempo, Pekín rechazó las sospechas sobre el Yi Peng 3. "China ha cumplido plena y sistemáticamente sus obligaciones como Estado de abanderamiento y exige a los buques chinos que cumplan estrictamente las leyes y reglamentos pertinentes", declaró el portavoz del Ministerio de Exteriores chino.