"En Sedaví, el 90% de las personas se ha quedado sin coche", contaba una vecina afectada por la DANA. Quienes han perdido "solo el coche", lo dicen hasta aliviados, agradecidos por seguir vivos y no tener la casa dañada. Una de las fotos de los efectos de la catastrófica riada en Valencia del pasado 29 de octubre es la de calles, carreteras y solares repletos de coches amontonados unos sobre otros. Gran parte de las personas damnificadas han perdido sus vehículos. Y sus familiares y amigos, también. No tienen quien les pueda llevar a ningún sitio.
El Consorcio de Compensación de Seguros ya suma 83.437 solicitudes de indemnización por vehículos, pero esta cifra es del día 8 de noviembre y previsiblemente aumentará más. Sin red de Metrovalencia ni Cercanías y con varias decenas de puentes dañados, la movilidad se ha convertido en todo un reto. Las poblaciones afectadas recuperan el hábito de andar, sacan las bicis de los trasteros (quien la haya salvado) o dependen de los autobuses lanzadera que los conecta con Valencia capital, adonde el agua no llegó y la vida sigue con normalidad. Hay quienes, incluso, se arriesgan a cruzar por puentes cortados trepando por profundos socavones como el que une Torrente y Alacuás por la calle Doctor Gómez Ferrer.
En Picaña, el servicio de lanzadera (prestado por autobuses interurbanos de la Comunidad de Madrid) para cada 20 minutos entre las seis de la mañana y las diez de la noche en la rotonda Rosa de los vientos. Allí acude la gente para llegar hasta Valencia. La rotonda es un ir y venir de personas andando, empujando un carro de la compra o, con suerte, un carrito de supermercado, donde caben más cosas. Los hay quienes pasan en bici, en patinete o a pie, cargados con bolsas de la compra. Muchos son de Paiporta, a escasos dos kilómetros de distancia que ahora cubren andando para conseguir comida fresca que no consiguen en los puestos de ayuda pero sí en los supermercados que han reabierto en Picaña.
Es el caso de Nieves García, de 54 años, que pone a prueba sus hombros con una bolsa llena en cada uno. Ella tiene suerte, es de las pocas personas de Paiporta que aún tienen coche, pues el día de la barrancada estaba en Madrid y lo dejó aparcado en la estación del AVE de Valencia. Durante el día no dispone de vehículo, se lo lleva su marido a trabajar. Y "la moto grande está en el garaje, que aún tiene cuatro o cinco metros de agua", cuenta a 20minutos. "En los puntos de ayuda te dan todo lo que hace falta, pero frescos nada". Así que le toca caminar hasta Picaña para comprar carne o pescado. Como ella, son muchas otras personas que aseguran encontrarse en las mismas circunstancias.
"Son unos dos o tres kilómetros [de ida]. Un paseíto. Y así te distraes", dice otra oriunda, que es policía local en Paiporta, pero este jueves libra, y cruza el puente que une su pueblo con Picaña con una bolsa llena de pan.
La necesidad de conseguir una bicicleta que tienen los afectados por la DANA que han perdido sus vehículos ha llevado a dos jóvenes valencianas, Estefanía Montalvo y Patricia Verdoy, a lanzar una iniciativa de recogida de bicicletas donadas. Las ponen a punto y se las entregan a los damnificados en busca de un medio de transporte que les ayude a sortear las complicaciones del tráfico que sufre Valencia desde el día después de la riada, con carreteras cortadas (cada vez menos) y grandes atascos en los accesos. En una semana han conseguido 43 donaciones, de las cuales 35 ya se han adjudicado. "Los afectados vienen en autobús a Valencia, donde tenemos el almacén. Tardan de tres a cuatro horas en llegar porque dicen que pasan pocos autobuses y llenos", afirma a este periódico Montalvo.
Para Antonio Leal, vecino de Paiporta de 65 años, la bicicleta eléctrica que ha salvado del trastero le está ahora ahorrando kilómetros a pie. "En la familia hemos perdido dos coches y tres motos. El único transporte que tengo es la bicicleta eléctrica, que no sé ni cómo funciona porque estuvo debajo del agua. Aquí en Paiporta, el 99% de los coches se fueron al garete. Y las plantas bajas están todas que no se puede". En su nuevo día a día, se mueve "a pie y en bici, o en la lanzadera para ir a Valencia. Es lo único que hay. No hay otra cosa".
A los vecinos les preocupan ahora las "grandes escombreras" que se están formando a las afueras de los municipios afectados por la DANA, donde se van acumulando de forma provisional los coches que se retiran de la vía pública. Fuentes de policiales señalan a 20minutos que "el problema es que no saben dónde dejarlos" y que los solares convertidos en enormes desguaces tienen que estar "mínimamente custodiados" por cuestiones de seguridad. En estas circunstancias, por las calles se encuentran coches con números de teléfonos escritos sobre el capó para indicar que tienen dueño o con carteles en los que se lee "en funcionamiento", "avisada la grúa" u "operativo" para que no los den por siniestrados.
Emilio Sánchez, de 32 años, espera en Picaña la lanzadera hacia Valencia. Quiere sacar un rato a su hijo pequeño del caos en el que se ha convertido su localidad y se van "a que vea juguetes en las tiendas". Él ha perdido dos coches y sus suegros, también. "Nadie de la familia tiene coche ahora mismo. Nos movemos con la lanzadera". Un servicio que describe como "rápido", "puntual entre comillas, por el tráfico" y que pasa "con mucha frecuencia desde Torrente pero menos desde Picaña y Paiporta", al tiempo que subraya que su empresa le va a "facilitar un vehículo de alquiler" a partir de la semana que viene.
Sobre las lanzaderas también opina Amparo Martínez, de 50 años, vecina de Torrente y usuaria de MetroValencia para ir a trabajar. Como hasta al menos hasta dentro de un mes no se recuperará el servicio en la ciudad, y para las zonas afectadas por la DANA habrá que esperar más, estos días ha recurrido a "los autobuses que han venido de Madrid, que son van muy bien. El otro día llegué y había varios para salir, sin colas y medio vacío".
La Generalitat ha diseñado un plan de servicios con autobuses que sustituyen los trayectos que no puede hacer Metrovalencia. Se ha habilitado 19 nuevas líneas de autobús para facilitar la movilidad entre Valencia y su área metropolitana y desde el pasado lunes 11 de noviembre se ha reforzado con 25 autobuses de Madrid que conectan con Torrent con frecuencias de cinco minutos. "Estos servicios están concebidos para resolver las necesidades básicas de movilidad (trabajo, médico, estudios) y no para el ocio. Por tanto, se hace un llamamiento a la contención de los desplazamientos", reza el comunicado del gobierno autonómico, en el que se detallan todas las opciones actuales de transporte público en la provincia.
Toni Pozo, de 57 años, vive en Paiporta y ha perdido su coche y su bici. Solo puede llegar a Valencia en autobús. "Necesito ir a Valencia para todo porque en Paiporta no hay nada. Para salir no hay ninguna complicación, el problema es para volver porque hay muchas colas y las entradas a Paiporta se colapsan".
Los patinetes eléctricos, ya muy extendidos para la movilidad urbana, son otro de los aliados estos días tras la DANA. Joana, de 31 años, pasa con prisa en dirección al trabajo pero acceder a responder a 20minutos. Cuenta que compró su vehículo un mes antes de la riada y que, ahora, "si no hubiera tenido el patín, no hubiera podido ir a trabajar". Antes "utilizaba siempre el metro" pero ahora se lanza con su patinete, a pesar de que le resulta "muy difícil con el barro".
Avances hacia la normalidad
La Generalitat adelantó a las 12.00 horas de este jueves el levantamiento de las restricciones a la movilidad decretadas este miércoles en 163 municipios de Valencia ante la alerta roja por fuertes lluvias, al haber bajado el nivel a naranja y reducirse los riesgos. Por otro lado, el Cecopi acordó emitir una nueva orden de restricción a la movilidad de vehículos en cuatro carreteras -CV-400, CV-407, CV-36 y CV-33-, vigente desde las 23.00 horas de este jueves hasta el domingo hasta las 23:59 horas "para facilitar las tareas de los medios desplegados y los servicios de transporte público para volver poco a poco a la normalidad".
Asimismo, Valencia recuperó este jueves su conexión con trenes de Alta Velocidad con Madrid, 17 días después de la DANA y tras la finalización de la alerta roja. La estación Joaquín Sorolla de Valencia recibió a las 14.49 horas de este jueves el primer AVE procedente de Madrid, que había salido de la estación Chamartín-Clara Campoamor a las 12.36 horas, aunque ha tardado algo más de lo normal debido a que había un tren 'exploradora' por delante que aseguraba que la vía estaba en perfectas condiciones.
Por otro lado, la Dirección General de Tráfico (DGT) levantó este jueves parcialmente la restricción a los vehículos pesados por el 'bypass' de la A-7 después de la progresiva recuperación de carreteras afectadas por DANA. En concreto, se permite la circulación de camiones de 18.00 a 6.00 horas, evitando así las horas de mayor intensidad de tráfico en la vía. Los sábados, domingos y festivos podrán circular las veinticuatro horas del día.
No obstante, continúan las restricciones por las vías de alta capacidad del área metropolitana de Valencia (A-3, V-30 y V-31) durante el día, y solamente pueden circular los vehículos pesados de 22:00 a 7:00 horas, limitación que no aplica a los servicios de emergencia ni a los transportes de abastecimiento de primera necesidad. Los tramos afectados por esta restricción son la A-3, en el punto kilométrico 339 a la altura de Riba-roja en sentido Valencia; la V-30 en el kilómetro 16 en ambos sentidos; y la V-31 a la altura de Silla-València, en ambos sentidos.
