El cáncer de páncreas es uno de los tipos de tumores más agresivos. Cuando concluya este año 2024, se espera que unas 10.000 personas en España hayan recibido un diagnóstico de cáncer de páncreas, uno de los tipos de cáncer más agresivos, según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). Aunque su incidencia es menor en comparación con otros cánceres más comunes como el de colon y recto, mama, pulmón o próstata, el cáncer de páncreas es uno de los más letales, con una tasa de supervivencia a cinco años inferior al 10%.
Según la Clínica de Navarra, "la mayoría de los pacientes con cáncer de páncreas fallecen por esta enfermedad debido a que los tumores se diagnostican tarde, cuando ya no son curables".
Localización del páncreas: el tumor se propaga
La localización del páncreas en el organismo, detrás del estómago y el colon, y en estrecho contacto con importantes estructuras abdominales como el duodeno, la vía biliar, las arterias y venas intestinales, y la aorta, permite que el tumor invada otros órganos rápidamente y se extienda.
Síntomas del cáncer de páncreas
Los síntomas más frecuentes del cáncer de páncreas son la pérdida de peso y la ictericia. Los tumores suelen localizarse en la cabeza pancreática, invadiendo rápidamente la vía biliar y provocando la interrupción del flujo de bilis desde el hígado al intestino. Esto ocasiona que el paciente se ponga "amarillo" y sufra de picores generalizados debido a la falta de eliminación de las sales biliares.
Otro síntoma común es el dolor de espalda, especialmente en la región del estómago, lo que indica la infiltración de los plexos nerviosos y, por lo tanto, un mal pronóstico. Los síntomas más habituales incluyen:
Pérdida de peso.
Ictericia.
Dolor de espalda.
Picores generalizados.
La detección temprana y el tratamiento adecuado son cruciales para mejorar las posibilidades de supervivencia en los pacientes con cáncer de páncreas.
¿Cómo se diagnostica el cáncer de páncreas?
Diagnosticar la enfermedad en sus primeras etapas puede ser complicado. Cuando se presenta ictericia, además de los análisis de sangre, la ecografía es la exploración inicial más adecuada para el diagnóstico. En la mayoría de los casos, será necesario realizar un TAC abdominal (escáner) para obtener un diagnóstico preciso y evaluar el grado de extensión de la enfermedad.
En particular, si no es posible operar, se debe tomar una muestra para confirmar el diagnóstico. Esta biopsia puede realizarse mediante una endoscopia digestiva o, si es necesario, una ecoendoscopia, o utilizando una punción-aspiración con aguja fina (PAAF), dirigida a la zona de interés bajo control radiológico, según informan desde Clínica de Navarra.