En uno de sus conciertos más especiales, Omar Montes 'iluminó' este sábado su querido Palacio de Vistalegre, ubicado en su barrio natal de Madrid, para ofrecer un show de más de dos horas en directo en el que intercaló flamenco y una buena dosis de perreo.
Fiel a su estilo y tal y como había anunciado, el madrileño, que se ha consagrado con sus últimos trabajos en uno de los máximos exponentes del flamenco urbano del panorama, fue invitando al escenario a amigos y compañeros para interpretar con ellos algunos de sus hits.
Su fiesta Illuminati Party arrancó con diez minutos de retraso sobre la hora prevista y lo hizo con el artista entrando a escena en procesión al ritmo de mariachis y tarareando aquello de "Soy un hombre muy honrado que me gusta lo mejor...". Toda una declaración de intenciones... y de principios.
"Estoy muy emocionado por cantar en mi barrio", fueron sus primeras palabras a modo de presentación y dejando claro que también la emoción serían uno de los puntos fuertes del show.
El madrileño levantó a los miles de fans que abarrotaron el recinto con Patio de la cárcel, de su último y reconocido disco, Quejíos de un maleante, y uno de sus últimos e inesperados éxitos, La Sevillana.
Otra de las claves del espectáculo fue la cantidad de artistas que le acompañaron sobre el escenario. La primera, María Toledo, no tardó mucho en llegar. con ella interpretó La niña del relojero.
A continuación, el Palacio de Vistalegre se vino abajo con la entrada de Moncho Chavea, Yotuel y Nyno Vargas, que se unieron a Omar Montes para interpretar Rakata.
La nostalgia se hizo hueco junto a una de las integrantes de Las Chuches, Saray, con quien Omar cantó el icónico El pantalón, uno de sus temas más destacados de los últimos meses.
"Después del flamenquito tiene que venir el perreo fuerte", avisó Montes. Dicho y hecho, ya que fueron sucediéndose, uno a uno, todos sus éxitos de este género. Alocao, Risueña, con Daviles de Novelda, Yotuloko, Hola nena, con Nyno Vargas, Tinder, con Arce, Beba, qué quieres que haga o Yo soy el más chulo de España, con Bb trickz, dieron buena cuenta de ello. El reguetón se había apoderado definitivamente del icónico recinto del sur de Madrid.
Sin embargo, el momento más emotivo de la noche, y uno de los más destacados, que ocurrió cuando Omar Montes compartió con el público su lado más personal y subió al escenario a su hijo, con quien cantó los temas Arena y sal y Goteras, este último su éxito más reciente.
En definitiva, un show a la altura de lo que se esperaba en el que el público se quedó con ganas de nombres como Saiko, JC Reyes, Quevedo, Lola Índigo o incluso Ana Mena, y con el que Omar Montes repasó, a su manera, su exitosa trayectoria hasta la fecha.
