El falso Brad Pitt no estaba solo, detrás de él había un entramado criminal: "Estamos ante una profesionalización de la estafa"

Ha sido el último caso de una cifra que no deja de ir en aumento: dos mujeres eran estafadas el año pasado a través de internet por un hombre que se hacía pasar por Brad Pitt. Llegó a hacerse con 325.000 euros de dos mujeres de Granada y Vizcaya. Pero el falso Brad Pitt no era una persona sola sentada ante un ordenador. Detrás del estafador que realiza el contacto con las víctimas hay auténticos grupos criminales. En este caso concreto, cinco personas han sido detenidas esta semana y otras diez están investigadas. Son solo la punta de un enorme iceberg.

"Estamos ante una profesionalización de la estafa", detallan desde la Guardia Civil. "Buscan cualquier recoveco en el que puedas caer, aunque seas muy consciente del tema", avisan. Según el instituto armado, la característica principal de las estafas del amor está en que "seleccionan más a sus víctimas". Algo que también pone de manifiesto la presidenta de la Asociación Nacional Contra la Estafa con Manipulación Emocional (ANCEME), Blanca Blanca Frías, que afirma que el fraude con tintes emocionales "es más personalizado".

"Son grupos con un entramado criminal y mafioso repartidos por infinidad de países y la estafa romántica es solo una parte de sus actividades", detalla Frías. "Tienen su logística y tecnología para robar datos, para enviar correos masivos de phishing...", agrega la mujer, que ha creado la asociación hace menos de un año después de haber sido engañada por un hombre hace una década. En su caso, el modo de defraudar se asemejó al del famoso estafador del amor, Albert Cavallé, que llegó a engatusar a más de una veintena de mujeres, a las que sacó miles de euros a cara descubierta.

Aunque este formato ya es historia. La presidenta de ANCEME detalla que el modus operandi de Cavallé "pasó a mejor vida". Ahora, son las grandes corporaciones las que se encargan de embaucar. "Extienden todo su abanico de posibilidades para engañar y robar y en ese abanico entra la estafa del amor. A diferencia de las demás, requiere de interacción entre el estafador y la víctima", desgrana.

La gente mayor, en el punto de mira

En cuanto a las potenciales víctimas, desde la Guardia Civil apuntan, sobre todo, a mujeres de mediana edad, aunque Frías, que trata directamente con las personas estafadas a través de su ONG, pone de manifiesto que cada vez se aprovechan más de la inocencia y desconocimiento de gente mayor. "El corte siempre ha estado en los 50 años, pero ahora se ven más casos en gente de la tercera edad. Hemos tenido víctimas de hasta 88 años", dice. "Aquí se junta el hambre con las ganas de comer porque este segmento de edad es más vulnerable, tienen una brecha digital enorme y se han incorporado al mundo de las redes a saco a raíz de la pandemia. Además, viven con la soledad no deseada y están faltos de conversación", añade.

Según el balance de criminalidad del segundo trimestre de 2024 publicado hace unos días por el Ministerio del Interior, los delitos cometidos a través de internet, sobre todo las estafas (88,9%), crecieron un 509,1% hasta 2023 sobre las registradas en 2016 (cuando se empezaron a tomar registros de las mismas). Según la Guardia Civil, "uno de cada cinco delitos ahora mismo se comete en Internet y estamos cerca de que esa proporción cambie". En lo que llevamos de año, las estafas han aumentado un 8,9%, los otros ciberdelitos un 20,6%.

Pero estos datos solo responden a las denuncias. Según la presidenta de ANCEME, la estafa del amor, "al contar con la participación de la víctima", es más difícil de denunciar. Ella apunta a que estos delitos se engloban en el apartado de otros, y no en las estafas como tal. Además, las secuelas psicológicas que dejan son enormes. "Se les quitan las ganas de vivir. Ven su vida destrozada, con un trauma de por vida, con muchas secuelas psicológicas porque toda la bondad que esta persona ha puesto creyendo que estaba ayudando a alguien con problemas le rompe su escala de valores". En sus palabras, "es muy parecido a lo que produce la violencia machista o la persuasión coercitiva".

El estudio de perfiles y el robo de identidades

Así, la tarea del criminal para ganarse la confianza del estafado no es sencilla. Hacer un estudio pormenorizado de las personas con las que contactan es primordial: saber sus gustos, su vida, a quién siguen, su situación, su educación... todo suma a la hora de escoger a la víctima perfecta. "Tenemos que olvidar la idea del ciberdelincuente individual detrás de una pequeña pantalla. Son grandes corporaciones que mandan un montón de estímulos a multitud de posibles víctimas y, en función de las que vayan cayendo, van utilizando sus herramientas para extorsionarlas", explica también Javier Delgado, CEO de Sinergia Ciberseguridad y profesor de la Universidad de Granada. "Todo arranca con el phising y luego se hace un repaso de la vida expuesta en las redes sociales y se toman iniciativas", añade.

Delgado también pone el foco en la otra parte de la estafa del amor: el robo de identidades. Soldados en conflictos bélicos, trabajadores de ONG, rostros famosos... todo vale para el engaño y el fraude. En el caso de las hermanas de Morata de Tajuña, que fueron asesinadas por un prestamista al que pidieron dinero para enviarlo a sus falsos novios, los hombres habían robado los perfiles de redes de dos estadounidenses reconocidos. "El mayor error, que lo cometemos todos, es que ponemos contraseñas poco robustas. Además, las medidas de protección para los dispositivos brillan por su ausencia. Los móviles y tablets ni siquiera llevan antivirus y cada día hacemos más cosas a través de ellos", afirma Delgado.

El caso del falso Brad Pitt, la Guardia Civil ha tardado más de un año en llevar a cabo la investigación y dar con los detenidos. Delgado detalla que el nivel de estos grupos criminales (muchos de ellos procedentes de China y Rusia, también de África) es tal que "invierten muchísimo, no solo en soluciones para poder extorsionar a la gente, sino en equipos y en personal" por lo que "tienen más poder que los que nos dedicamos a la parte positiva de la ciberseguridad". Algo que desde el instituto armado también dejan claro: "Ante la sospecha hay que desconfiar siempre, estudiar el perfil de quien nos está hablando y contar a la familia que se ha conocido a alguien. Estas personas saben cómo esconderse. Investigarlos es arduo porque son auténticos profesionales".

Zircon - This is a contributing Drupal Theme
Design by WeebPal.