Carlos Alcaraz regresó este martes a la competición oficial en el Masters 1.000 de París con una exultante actuación ante Nicolás Jarry, partido en el que dejó una curiosa imagen al inhalar un misterioso bote en uno de los descansos que le puso los pelos de punta. Pero, ¿qué contiene ese producto mágico? La respuesta es tan simple como curiosa, pues es la razón del empuje que protagonizó en el segundo set del partido.
Tras un primer set que empezó con muchas facilidades y que finalmente tuvo que cerrar después de superar algún apuro, Carlitos fue hasta su banquillo y sacó de su raquetero un pequeño bote tapado con cinta. A continuación, lo abrió y lo inhaló en tres ocasiones... y en las tres su reacción fue una fuerte sacudida de cabeza. "Parece que estás tomando popper", le vaciló Juan Carlos Ferrero desde la grada para provocar las risas en su jugador.
Para el equipo del tenista quedó en la broma, pero a muchos de los aficionados de Alcaraz les sorprendió este gesto no realizado antes por el español, pero no se trata de otra cosa que de la inhalación de sales de amoniaco, una estrategia utilizada por numerosos deportistas para fomentar la activación.
Popular en deportes como la halterofilia, la NFL o el mundo del fútbol, la técnica ha sido introducida por Alcaraz al mundo del tenis y no sería nada raro que pronto fuera imitada por otras figuras de la raqueta.
Los expertos apuntan a que estas inhalaciones fomentan la activación muscular, respiratoria y sanguínea de los deportistas y, como ya ocurre con el jugo de pepinillos con el que evita los calambres, Alcaraz y su equipo no han dudado en introducir esta técnica en sus rutinas.