PP y PNV siguen alejados pese a las recientes revelaciones sobre el caso Koldo. Los nacionalistas vascos se resisten a los guiños de los populares, que retoman la iniciativa parlamentaria y judicial a raíz de los primeros volcados de los móviles de los implicados. Alberto Núñez Feijóo apela a la conciencia de los antiguos socios del PP, los nacionalistas vascos que en 2018 apoyaron la moción de censura contra Mariano Rajoy por la sentencia de la trama Gürtel. Mientras, los de Andoni Ortuzar reprochan la estrategia de los populares y se ponen de perfil ante las nuevas informaciones que apuntan al mismo Gobierno de Sánchez que consiguió la Moncloa hace seis años combatiendo la corrupción.
"El PNV está consultando con su conciencia qué hacer", sugería Feijóo ante los periodistas durante la tradicional recepción ofrecida por los reyes en el Palacio Real el sábado pasado. Con ello, el presidente del PP avanzaba la que sería su ofensiva de esta semana: retratar a los socios de Sánchez que callan ante las nuevas informaciones sobre supuesta corrupción. No obstante, ni el líder popular ni su equipo se ha puesto en contacto con los nacionalistas vascos para acercar posturas o, al menos, retomar su relación aprovechando esta situación.
Por su parte, los populares han retomado la iniciativa parlamentaria y judicial una vez conocidas las primeras conclusiones de los volcados de los teléfonos móviles de los imputados en el caso Koldo. Por un lado, han acudido este lunes a la Audiencia Nacional a presentar una querella contra el PSOE por financiación irregular, cohecho y tráfico de influencias para que investigue también las supuestas bolsas de dinero en efectivo que habrían llevado empresarios a la sede del PSOE durante la pandemia, según reveló uno de estos en una entrevista en The Objective.
Por otro lado, se han propuesto convertir el Pleno de este miércoles en el Congreso en un monográfico sobre corrupción. Para ello, pedirá en la Junta de Portavoces del Congreso de este martes que las preguntas de su partido para la sesión de control del miércoles se reconfiguren y pasen solo a estar encaminadas a conocer más sobre la trama corrupta. Y piden al resto de grupos que hagan lo mismo, buscando así retratar a cada uno de los socios de Sánchez, sobre todo al PNV. Para ello, lo primero que harán será obligar a los grupos a que posicionarse a favor o en contra del cambio del orden del día del pleno, ya que para ello se requiere la unanimidad de la Junta de Portavoces.
Desde el PNV se ponen de perfil de momento: asumen que el caso Koldo es "desagradable" para el Gobierno, pero opinan que el caso podría no salpicar a Sánchez. "El informe de la Guardia Civil no habla de financiación de partido, sino que parece que se queda en las manos de alguno. Esa es la clave: si todo acaba ahí o había financiación de partido. Tener un asunto como este todavía sin aclarar no es agradable y nunca se sabe hasta dónde puede salpicar al Gobierno. Es verdad que el Gobierno tomó medidas y no sabemos si las tenía que haber tomado antes. Pero por el momento parece que el caso acaba ahí", ha señalado.
Asimismo, el portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, pone en cuestión la estrategia del PP: "Ponernos a sentenciar algo que todavía no es una sentencia no nos lleva a ninguna parte salvo a la especulación política; como en todo, a Feijóo le entra la prisa y tiene que hacer este movimiento tras una semana mala para su grupo político", concluía este lunes en una entrevista en Onda Vasca. Desde Génova evitan valorar las palabras de Esteban. Con todo, los populares y los nacionalistas vascos superan un año alejados desde que PNV invistiera a Pedro Sánchez como presidente del Gobierno.