Pasará a la historia como uno de los momentos más bochornosos de las relaciones internacionales de los que se tiene noticia. Donald Trump recibía en el despacho oval a Volodímir Zelenski. El presidente ucraniano jamás hubiera imaginado lo que le esperaba. Allí, delante de los periodistas y de las cámaras, tuvo lugar una "conversación" de esas que suponemos ocurren pero que nunca se ven. Y no se ven porque hay algo que se llama diplomacia.
Pero el presidente de EEUU parece desconocer el significado de esa palabra. Y fue así que vimos, atónitos, como Trump humillaba, con el concurso de su vicepresidente JD Vance, a Zelenski delante de (literalmente) todo el mundo. El "macho alfa Trump en estado de excitación agresiva" afirmaba su autoridad sobre la situación, en palabras de Judy James, experta británica en lenguaje corporal.
Aquella reunión destinada a sellar un acuerdo por el que Ucrania iba a ceder los derechos de explotación de sus muy preciadas tierras raras, se convirtió en un bizarro encuentro que más parecía una pelea. Y en ese combate, Zelenski, el líder de un país soberano invadido y en guerra, ni conocía el lugar (el cuadrilátero de la pelea), ni dominaba el inglés, aunque lo hable, como sus adversarios.
Como se ha escrito, aquello parecía más una escena de Los Soprano. "¿Estamos entrando en la era de la política exterior de Tony Soprano, en la que, para obtener el apoyo de EEUU, nuestros aliados tendrán que doblar la rodilla, besar el anillo y, como Vance exigió, decir gracias con el grado adecuado de deferencia?", se pregunta Anand Giridharadas en The Ink.
La metáfora no sólo se refiere a lo que se dijo sino también a lo que vimos; al lenguaje corporal. Porque además de gestos de macho alfa, Trump señaló a Zelenski, o eso le parece a muchos, con un gesto amenazante y de reminiscencias mafiosas. En ese momento, el presidente de EEUU parecía más bien Paul Gualtieri, alias Paulie Walnuts (nueces), de Los Soprano.
Para aquellos que no hayan visto la serie de la HBO, considerada una de las mejores de la historia: Gualtieri es uno de los principales secuaces del jefe Tony Soprano (James Gandolfini) y el más agresivo de todos ellos. El personaje lo interpreta el actor Tony Sirico, que no está para verlo porque falleció en julio de 2022.
Hogan Gidley, ex vicesecretario de prensa de la Casa Blanca, dijo que sabía que Zelenski estaba acabado cuando vio a Trump señalándole a lo mafioso con esos dos dedos partidos. El gesto consiste en sacar el dedo índice y el meñique y es, por supuesto, una amenaza.
"Trump no hace las cosas por accidente. Normalmente son las manos, pero cuando llega a esto, sabes que tienes problemas mayores", dijo Gidley preguntado por Benny Johnson para su podcast. "He visto la imagen que muestran, los memes, es increíble", comentó.
Ese dedo meñique en el gesto de Paulie Walnuts en Los Soprano le hace especialmente amenazador. Cuentan que el actor aprendió el gesto en la cárcel y luego lo incorporó a su personaje.
"Todos los personajes son memorables, pero muchos de ellos pueden mezclarse como un estereotipo de mafioso. Sin embargo, Paulie realmente destaca, y no creo que se deba a su carácter, sino más bien a todas las pequeñas peculiaridades y manierismos que Tony Sirico pone en el personaje", dice un usuario de Reddit.
Claro que el gesto del violento secuaz de Tony Soprano se parece mucho al de la mano con los dedos índice y meñique levantados que a menudo se utiliza para significar entusiasmo, excitación o música rock. La diferencia estriba en si uno levanta esa mano o la dirige para señalar a otro... para amenazarlo.
Si no fuera porque toda la escena en el despacho oval tuvo mucho de amenaza y de encerrona, aunque el equipo de Trump lo niega, la teoría de Gidley después de que los memes se compartieran en redes acaba teniendo visos de realidad.
