El Real Madrid salvó los muebles ante el Borussia Dortmund, pero este sábado la goleada cayó del otro bando: el Barça arrasó al cuadro merengue en el Clásico en el Santiago Bernabéu con una exhibición en la segunda mitad para la que los blancos no encontraron solución. Una derrota que ha dejado varios señalados en la entidad madridista.
Sin soluciones ni oportunidades desde el banquillo
Si hay alguien que hoy sale más tocado que nunca tras la goleada del FC Barcelona, ese es Carlo Ancelotti. El técnico italiano no supo reaccionar cuando el equipo de Hansi Flick empezó a ser superior y peor lo pasaban sus jugadores.
Sus cambios no se entendieron: quitó a Camavinga, el que mejor estaba entendiendo el partido en el centro del campo, para dar entrada a un Brahim que volvía tras dos meses de lesión, y sustituyó a Mendy en el 86 por Fran García. Tampoco la falta de valentía a la hora de dar oportunidades a Arda Güler y Endrick, cuyas ausencias escuecen cada vez más al madridismo.
Mbappé, del fuera de juego a la falta de puntería
Hasta en ocho ocasiones cayó Kylian Mbappé en fuera de juego durante el Clásico ante el FC Barcelona, sin corregir la posición una y otra vez frente a la adelantadísima línea defensiva blaugrana, lo que sirvió para que no subiesen al marcador ninguno de los dos goles que anotó ante Iñaki Peña.
Y no solo pecó con su posicionamiento sobre el césped. Su falta de puntería en las pocas acciones en las que sí estuvo habilitado, como en el mano a mano que tuvo con el 0-2 en el marcador que podría haber servido para cambiar la dinámica del partido, terminó por desesperar a un Bernabéu que empezó a vaciarse cuando Lamine Yamal puso el 0-3.
Vinícius y Bellingham, desaparecidos
No hubo ni rastro del futbolista que se echó el equipo a la espalda en la pasada jornada de Champions League ante el Borussia Dortmund. El delantero brasileño, a las puertas de recibir su primer Balón de Oro, no definió las pocas oportunidades que tuvo —como su remate fuera cuando buscaba el palo corto y la defensa estaba vencida— y estuvo desaparecido en un segundo tiempo en el que el Barça fue infinitamente superior.
Lo mismo ocurrió con Jude Bellingham, muy lejos de su mejor nivel y de ser el jugador que la campaña pasada deslumbró en la capital. El inglés volvió a ser intrascendente sobre el terreno de juego y demostró de nuevo que el gol sigue siendo su gran asignatura pendiente esta temporada.
Una defensa que hace aguas
Lo peor del Real Madrid estuvo atrás. Después de un primer tiempo impecable, con la pareja de centrales Militao-Rüdiger sin permitir respirar a la delantera blaugrana y prestando suma atención en cada acción, la zaga merengue se desconectó para dejar un error detrás de otro que terminó con la debacle madridista.
Ambos se precipitaron al saltar a la presión en la acción del primer gol, dejando solo a Lewandowski para que abriese la lata a placer. A su error se sumó también Mendy, que se durmió al tirar el fuera de juego y habilitó al '9' culé. Ni Militao ni Rüdiger marcaron tampoco al polaco en la jugada del segundo, justo un minuto después.
Y en el tercero, otra vez fuera de posición, con Lucas desbordado sin poder frenar a Raphinha y Mendy perdiendo el sitio y dejando solo a Lamine Yamal para intentar hacer la cobertura. Lo mismo en el cuarto, en el que otro balón largo a la espalda dejó en evidencia sus carencias.
La próxima parada para el Real Madrid en esta Liga es el complicado campo de Mestalla, donde se enfrentará a un Valencia que siempre le pone las cosas complicadas. Tiene tarea Carlo Ancelotti hasta entonces, pues deberá solucionar contra reloj todos los defectos de un equipo muy lejos de su potencial.