Dos semanas después de la trágica DANA de Valencia –que ha dejado por ahora 227 fallecidos y 16 desaparecidos– las lluvias torrenciales, el desborde de barrancos y las inundaciones han regresado al litoral mediterráneo. Las zonas más afectadas ayer fueron las provincias de Málaga, con más de 4.000 personas desalojadas de forma preventiva, y Tarragona, aunque ahora el temporal ha llegado con la población avisada.
De hecho, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) activó a última hora de ayer la alerta roja por tormentas en los litorales norte y sur de Valencia. El aviso estará activado hasta las 23.59 horas de hoy, debido a que podrían llegar a acumularse hasta 180 l/m² en un periodo de 12 horas; lo peor estaba previsto para esta madrugada.
El Centro de Coordinación de Emergencias (Cecopi) de la Generalitat, por su parte, informó a través de mensajes de alerta a los teléfonos móviles de restricciones de movilidad de vehículos privados, suspensión de clases y de actividades deportivas y en centros de día en 163 municipios de la provincia de Valencia.
En Málaga, la alerta roja se activó hasta las 08.00 horas de hoy en las comarcas de Axarquía, Sol y Guadalhorce; en Antequera y en la Cuenca del Genil se mantenía la alerta naranja. Las clases continuarán suspendidas en los centros educativos de toda la provincia de Málaga y los de la cuenca del Genil, la costa granadina y Granada capital, una medida que se ha extendido a los municipios afectados de Cádiz, Sevilla y Huelva.
Precisamente, fue en la provincia de Málaga donde más se cebó ayer la nueva DANA. Allí, más de 4.000 personas de zonas susceptibles de inundarse fueron evacuadas y se desbordaron ríos como el Benamargosa. Se cerraron, asimismo, casi todos los centros hospitalarios en las zonas más afectadas, salvo los puntos de urgencias, y se llegó suspender la actividad judicial. Más de 350.000 alumnos no pudieron asistir a clase.
A media tarde, el desbordamiento de otro río, el Vélez, obligaba al desalojo de dos campings y un núcleo chabolista de Torre del Mar, lo que ha afectó al menos a unas 1.000 personas. Fuentes de la Junta de Andalucía confirmaron que no hubo rotura alguna de la presa de Comares, situada en el interior de esta comarca de la Axarquía, como habían apuntado algunas informaciones.
Pero la furia de esta nueva gota fría no se quedó ahí. La tormenta descargó hasta 140 litros por metro cuadrado en la capital malagueña y algunos puntos de la Axarquía como la localidad de Alfarnatejo. Todo ello llevó a la suspensión del servicio ferroviario de alta velocidad que conecta Málaga con Madrid y Barcelona, también el de Cercanías y las conexiones entre provincias andaluzas. Ante esta situación, se cancelaron de igual manera los viajes en avión y varias carreteras resultaron afectadas por las inundaciones.
Entre las imágenes más sorprendentes de la jornada, que también dejó granizo, estuvo el destrozo por completo de una gasolinera en Mijas por un tornado, que se llevó por delante la terraza y el lavadero y causó daños en algunas viviendas; tres mangas marinas recorrieron también las costas de Marbella.
En total, Emergencias 112 Andalucía atendió unas 1.000 incidencias en toda Andalucía, la mayoría de ellas en la capital, que quedó anegada, incluido el Hospital Cínico, que tuvo que paralizar toda su actividad.
Según los datos de la red Hidrosur, dependiente de la Junta de Andalucía, hasta las 17.00 horas de ayer se habían contabilizado 144,5 litros en Santón Pitar, situado en Los Montes de Málaga, y una cantidad similar (144,2 litros) en Alfarnatejo. Además, en la capital malagueña se recogieron 140 litros, al igual que en otros puntos de la comarca de la Axarquía, y casi 120 litros en la localidad de Coín, perteneciente al Valle del Guadalhorce.
Por otro lado, al menos cien municipios de la provincia de Granada, algunos limítrofes con Málaga, tuvieron que cancelar la actividad escolar y el Ayuntamiento de la capital solicitaba el teletrabajo de los puestos no esenciales, a la vez que ordenaba el cierre de parques, un dispositivo especial de la Policía Local y lugares de acogida para las personas sin hogar.
Debido a las condiciones meteorológicas, Adif también se vio obligado a suspender la circulación ferroviaria en la línea Valencia-Barcelona entre las estaciones de Castelló de la Plana y Cambrils. A última hora, además, el ministro de Transportes, Óscar Puente, anunció la suspensión de todos los trenes de alta velocidad entre Madrid y Valencia, cuya reanudación estaba prevista para hoy.
Los desperfectos en la vía obligaron al gestor de infraestructuras ferroviarias a suspender la actividad el pasado 30 de octubre, al día siguiente de las fuertes trombas de agua que anegaron diversas poblaciones en el sureste de Valencia.
La Generalitat de Cataluña, por otra parte, rebajó para hoy los avisos por fuertes lluvias en Tarragona, aunque pidió extremar precauciones en ciertos puntos, si bien las comarcas afectadas en la provincia –Tarragonès, Montsià, Baix Ebre, Ribera d’Ebre y Baix Camp– recuperarán previsiblemente la normalidad en la movilidad y se retomarán las clases. Ayer no se produjeron incidentes destacables en ninguna de ellas, más allá de lo relativo al tráfico.
Se vieron afectadas 13 carreteras muy significativas, como la AP-7, que sufrió retenciones. Hubo incidencias en tres de las líneas de Rodalies y Regionales que circulan por la provincia y quedó paralizada la circulación de la línea ferroviaria Valencia-Barcelona entre Castellón de la Plana y Cambrils. Se suspendieron, asimismo, las clases escolares en 439 centros y el Govern recomendó el teletrabajo; la mayoría de negocios no abrieron sus puertas. Aemet ha emitido para hoy un aviso amarillo por lluvias.