"En lo que respecta a mí, al Gobierno y a mi organización, todo lo que ha dicho este señor es categóricamente falso", sentenció el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para desmentir las acusaciones del conseguidor del caso Koldo, Víctor de Aldama, sobre unos supuestos pagos a ministros y miembros de la Ejecutiva socialista, y también sobre las afirmaciones de que Sánchez le agradeció "lo que estaba haciendo" en el mitin donde se sacaron una fotografía juntos, según Aldama, a petición del propio presidente. "Menuda inventada, poco menos que estaba yo esperando a que llegase este señor al mitin para hacer yo al mitin", ha ironizado Sánchez al respecto.
"Personaje" es como se refirió Sánchez a Aldama hasta en tres ocasiones en unas nada habituales declaraciones a la salida del Congreso de los Diputados. Después de que tanto el secretario de Organización, Santos Cerdán, como la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, se apresurasen para desmentir todas las manifestaciones del conseguidor del caso Koldo contra el Gobierno y la organización, Sánchez puso este jueves el broche final sentenciando que su Gobierno es "limpio" y recordando que el mismo surgió de una moción de censura "para acabar con la corrupción sistemática" del PP, contra quien también lanzó un dardo: "Hace pocos días el Tribunal Supremo reafirmó que la sede central de Génova ha sido financiada con dinero negro", puntualizó como contrapeso.
Sánchez asegura que Aldama no merece ningún "crédito" porque es "un presunto delincuente en prisión preventiva". Ahora tendrá que ser él quien pruebe sus "insinuaciones y acusaciones", señaló Sánchez. Pero mientras, tanto el Gobierno como el PSOE aseguran que todo lo que manifestó Aldama ante la Audiencia Nacional es "categóricamente falso". Según el presidente, su estrategia de defensa es "la mentira" y seguramente con el objetivo de "desviar la atención, sembrar dudas y tapar lo que aparentemente parecen unas actividades delictivas de este personaje".
En este sentido, fuentes de Moncloa ya avanzan acciones legales contra Aldama y también contra toda aquella formación o político que utilice las declaraciones del conseguidor para "difamar".
Moción de censura
Sobre el planteamiento del PP de convencer a los socios de su investidura de Sánchez para lanzar una moción de censura contra él, el presidente del Gobierno no lanzó ningún reproche contra los populares. De hecho aprovechó para recordar que los populares decían que este era un "instrumento inconstitucional" cuando salió adelante la moción de censura contra Mariano Rajoy que llevó a Sánchez a La Moncloa. "Los grupos son libres y autónomos para decidir sus estrategias, incluso sería una buena oportunidad para que Feijóo plantease una alternativa de Gobierno que a día de hoy no se conoce", señaló Sánchez, prácticamente dando por hecho que el líder de la oposición no reuniría en ningún caso los apoyos suficientes.
"La debilidad parlamentaria es la de aquellas formaciones que no son capaces de construir mayorías. Este Gobierno está construyendo, en el debate, mayorías parlamentarias", aprovechó para decir Sánchez, nada más salir de la votación en el Congreso de los Diputados de la reforma fiscal, en la que el Ejecutivo logró reunir el voto favorable de todos sus socios, tanto de derechas como de izquierdas.