Sánchez descarta enfrentarse a Mazón y aboga por la unidad: "Ya habrá tiempo para depurar responsabilidades"

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, reconoció este sábado que "la respuesta que se está dando" a la crisis provocada por la DANA (depresión aislada en niveles altos) "no es suficiente", pero rechazó tomar el control de la situación con la declaración de la emergencia nacional o el estado de alarma porque considera que es el momento de que todas las administraciones trabajen "unidas" y pongan "las ideologías" a un lado.

"Ya habrá tiempo de analizar negligencias" y "para depurar responsabilidades", remarcó en una declaración institucional pronunciada desde el Palacio de La Moncloa, donde reunió a su comité de crisis y habló por teléfono con el presidente valenciano, Carlos Mazón, para detallarle las nuevas medidas del Gobierno.

Sánchez recalcó que se trata de "la inundación más grave que ha visto" Europa "en lo que va de siglo" e informó de que la última información disponible eleva el número de fallecidos confirmados a 211 personas. Reconoció así que el país atraviesa una situación "trágica" y "dramática" y dijo ser "consciente de que la respuesta que se está dando no es suficiente".

El jefe del Ejecutivo rechazó confrontar directamente con el Gobierno valenciano del PP. Pero sí instó al presidente autonómico a pedir más ayuda porque "la magnitud de esta catástrofe natural" hace que el número de efectivos desplegados sea aún "insuficiente".

"El Gobierno central está listo para ayudar. Si necesita más recursos, que los pida. No hace falta priorizar unos municipios sobre otros ni jerarquizar tareas. Se prioriza cuando faltan medios y ese no es el caso y no tiene que pasar. Por tanto, si la Comunidad Valenciana requiere de más efectivos, maquinaria, financiación o asesoramiento técnico, lo que tiene que hacer es pedirlo y se lo suministraremos", declaró. "Por eso, celebro que el presidente Mazón haya decidido elevar de 500 a 5.000 su petición de efectivos militares", añadió tras confirmar que atenderá esta petición.

Pero admitió que la respuesta del Estado debe "mejorar". "Sé que hay problemas y carencias severas, que aún hay servicios colapsados, municipios sepultados por el lodo, gente desesperada buscando a sus familiares, personas que no pueden acceder a su domicilio, hogares destrozados y sepultados por el barro. Sé que tenemos que mejorar y que tenemos que darlo todo. Pero también sé que tenemos que hacerlo juntos, unidos", dijo.

Depuración de responsabilidades

Rechazó así declarar la emergencia nacional o el estado de alarma porque "no se trata ahora de que la Administración General del Estado reemplace a la administración autonómica", sino de "apoyarla" y "ayudarla con recursos y con orientación técnica". "Esa es la forma más rápida y más eficaz de actuar en este preciso momento. Eso es lo único que nos debería preocupar a todos", remachó.

Y recalcó que "ya habrá tiempo de analizar negligencias", de "reflexionar sobre cómo mejorar el reparto de competencias" de Protección Civil ante situaciones tan extremas, "de hablar sobre la importancia de los servicios públicos y de su refuerzo" y "de mirar hacia atrás, depurar responsabilidades y aprender para ser mejores".

"Pero ahora estamos en otro momento y hay que poner todos nuestros esfuerzos en la colosal tarea que tenemos por delante. Hay que olvidar nuestras diferencias y poner las ideologías, las sensibilidades territoriales y las discrepancias a un lado: actuar como un solo país unido en la diversidad y ante la adversidad", prosiguió Sánchez.

El presidente del Gobierno sentenció así que solo hay "un solo enemigo a batir, que es la destrucción causada por esta catástrofe", y hay que "hacerlo juntos" porque "están en juego las vidas de muchos ciudadanos", también "la dignidad" de las personas que han fallecido, "el prestigio de nuestro país" y "el futuro de municipios enteros".

Con ello, apeló al espíritu que rigió la acción de país ante la riada del camping de Biescas, los atentados del 11-M y de Cataluña de 2017, la pandemia de la Covid-19, la borrasca Filomena y la erupción del volcán de la isla de La Palma. "Hagámoslo de nuevo, añadamos un capítulo más a la historia de superación y resistencia, que es la historia de nuestra nación, y superemos esta crisis juntos", concluyó.

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