Pedro Sánchez comienza en Asturias, Castilla-La Mancha y Extremadura la ruta de procesos congresuales por todas las federaciones socialistas. Este viernes arropará al presidente de Asturias, Adrián Barbón, en el cónclave en el que revalidará su liderazgo al frente de su federación, si bien el plato fuerte se espera para el fin de semana, cuando acudirá a Castilla-La Mancha y Extremadura. El sábado estará en el cónclave del barón más crítico con su gestión, Emiliano García-Page, en un intento de Ferraz de "normalizar" las relaciones tras un año convulso entre ambos. Y el domingo ha decidido hacer lo propio con Miguel Ángel Gallardo, el otro superviviente del sector crítico del PSOE que reafirmará su liderazgo en la federación extremeña después de haberse impuesto a la candidata de Ferraz, Esther Gutiérrez.
El propósito de Sánchez es acudir a todos los congresos que le permita su agenda y, con ello, lanzar un mensaje de que el partido continúa "unido" tras un 2024 en el que varias federaciones del PSOE alzaron la voz contra una eventual financiación singular para Cataluña. De todos aquellos que lo hicieron, solo continúan al frente de sus partidos los tres a los que Sánchez irá a arropar este fin de semana: Barbón, que en su momento consideró que el concierto fiscal supondría una merma de los recursos del Estado y quebrantaría la misma solidaridad interterritorial; Page, que directamente lo calificó de "obsceno" y "bochornoso" y Gallardo, que no dudó en reclamar un debate interno en el seno del partido en cuanto se conoció el pacto entre el PSC y ERC.
Esto sucedió el verano pasado, pero el Congreso Federal del PSOE que se celebró en Sevilla fue determinante para un cambio de rumbo en el partido que comenzó con un mensaje de Sánchez apremiando a ganar poder territorial. Así, este cónclave puso, de una forma u otra, punto y final al liderazgo de varios barones críticos con Ferraz. Fue el caso del ex secretario general del PSOE-M Juan Lobato, que dimitió tan solo unos días antes tras desvelarse que habría llevado ante notario unos mensajes de Pilar Sánchez Acera; además, la ministra portavoz, Pilar Alegría, aprovechó para sembrar el terreno con el fin de disputarle el liderazgo al sector de Javier Lambán en Aragón; y aquel fin de semana también supuso el principio del fin del andaluz Juan Espadas y de Luis Tudanca (Castilla y León), que semanas más tarde darían el paso a un lado.
El sector crítico fue encogiendo y Ferraz comenzó a preparar el terreno para tomar el control de las federaciones. De hecho, lanzó a la vicepresidenta, María Jesús Montero, junto con Pilar Alegría y el responsable de Transformación Digital y Función Pública, Óscar López, a la batalla del PSOE andaluz, del aragonés y del madrileño, respectivamente. De esta forma se sumaron a los dos ministros que ya lideraban el partido en sus territorios, Ángel Víctor Torres en Canarias y Diana Morant en la Comunidad Valenciana. Tras ello, solo dos barones críticos quedaron a salvo y uno de ellos con el parapeto de que, además de liderar el partido, es presidente autonómico.
Barbón, Page y Gallardo
Fuentes de la Dirección de Ferraz aseguran que con la presencia de Sánchez en estos congresos se quiere lanzar un mensaje de "normalidad absoluta". Esto supondría un intento de tregua tras meses complicados y en un momento en el que la cúpula del partido sigue pugnando por el liderazgo de federaciones como la andaluza o la aragonesa. "La unidad del PSOE no se puede poner en duda", señalan fuentes del partido.
Para ello, Sánchez acude este viernes a Asturias para arropar a Barbón, un gesto que no genera ninguna sorpresa puesto que el presidente del Principado no suele ser crítico con las decisiones de Moncloa o de Ferraz. Este sábado el ambiente será diferente, ya que el secretario general se presenta en Castilla-La Mancha para escenificar que continúa el liderazgo de Page. Desde la federación castellano-manchega restan importancia al gesto. Aseguran que entra dentro de la normalidad teniendo en cuenta que Page ha sacado mayoría absoluta y gobierna en su comunidad, pero lo cierto es que en la Conferencia de Presidentes del pasado mes de diciembre el rifirrafe más sonado fue el que se produjo entre ambos.
En el caso de Extremadura, Sánchez estará presente en la reelección de Gallardo teniendo en cuenta que ganó las primarias a la candidata de Ferraz, Esther Gutiérrez. Todo ello a escasos días de que tanto Gallardo como el hermano del presidente, David Sánchez, acudiesen a declarar por la investigación abierta sobre la contratación del hermano de Sánchez en 2017 como director de Artes Escénicas de la Diputación de Badajoz.
