La Unión Europea tiene que aprender del pasado y asumir que la vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca es un nuevo reto. Pero no parece que la situación en Bruselas sea de preocupación, al menos de puertas hacia afuera. "Tendremos un papel de cooperación con Estados Unidos", apuntó este lunes Teresa Ribera. La vicepresidenta de la Comisión Europea ha dado una conferencia organizada por Fórum Europa en la que además ha llamado a apostar por las empresas europeas con "más inversión, más innovación" y menos trabas burocráticas. Para la española la UE tiene que "maximizar el uso de los recursos existentes en nuestro continente a través de la eficiencia y la economía circular".
"No nos gusta el enfoque de confrontación, no sabemos lo que vendrá, pero es importante aunar esfuerzos en nuestro interés", ha expuesto quien es, de facto, la número dos de la Comisión y también encargada de la política de Competencia, de nuevo en primera línea por los órdagos lanzados por las grandes tecnológicas de la mano de Trump. Para ella, EEUU es "un aliado cercano, independientemente de su liderazgo y con el que compartimos valores y entendimientos en muchos aspectos". Así, el principal llamamiento de Ribera ha sido el de hacer "una Europa más fuerte" en el mundo.
Estas palabras de Ribera han llegado desde la capital comunitaria solo unas horas antes de que Donald Trump tome posesión para su segundo mandato como presidente de Estados Unidos y después de unas semanas en las que ha lanzado órdagos a la UE sobre la Defensa, los aranceles o el control de Groenlandia, un territorio dependiente de Dinamarca. De momento, la Comisión Europea apela a la calma y no quiere aventurarse sobre lo que pasará con Washington a corto o medio plazo, aunque se incide en las "lecciones aprendidas" de la primera etapa del magnate en la Casa Blanca.
Tuvo palabras también Ribera para el aviso de Trump de recortar los fondos que destinará Estados Unidos a las Naciones Unidas. "Si no me equivoco, hay 192 miembros de la ONU. No es una cuestión de la Unión Europea sino de todos los 192", avisó la dirigente española, en un asunto en el que pidió, de nuevo, un enfoque común: "Muchos otros países mirarán cómo reaccionamos si alguno desafía el sistema de la ONU. Merecemos respeto pero también tenemos que ser confiables y aportar confianza".
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