La Policía de Viena (LPD) anunció este jueves la prohibición de dos manifestaciones convocadas para el sábado en la capital austríaca. Estaba previsto que se reunieran centenares de miles de personas que piden un nuevo Gobierno encabezado por el partido ultranacionalista y euroescéptico FPÖ.
"Se informó de la celebración de varias movilizaciones el sábado en la ciudad de Viena. Tras una revisión, la Dirección de Policía prohibió dos de ellas", informó la LPD en un comunicado publicado en su cuenta de X.
Las manifestaciones vetadas fueron convocadas por el grupo extremista Fair Thinking, conocido por sus multitudinarias y extremas protestas durante la pandemia de la covid-19. La organización asegura que esperaban una participación en torno a 1,4 millones de personas.
Se trataría de una acción aplazada, después de que el mismo grupo desconvocara una protesta en contra de las negociaciones en curso para formar un nuevo Gobierno tras las elecciones legislativas del 29 de septiembre que dejaría en la oposición al FPÖ, a pesar de haber sido el partido más votado. Las negociaciones tienen lugar entre los conservadores del ÖVP, el segundo más votado, los socialdemócratas (SPÖ) y el neoliberal Neos.
La fecha inicial para la protesta, el 9 de noviembre, generó una oleada de indignación por coincidir con el aniversario de la 'Noche de los cristales rotos', que se refiere a los ataques generalizados contra personas y establecimientos judíos en 1938. El canciller federal saliente, el conservador Karl Nehammer, declaró entonces estar "profundamente consternado" con la fecha de la acción, que interpretó como una "bofetada a los familiares de las víctimas".
En reacción al fuerte rechazo, la manifestación fue aplazada al 30 de noviembre y coincidiría ahora con el primer fin de semana del Adviento. Esta fecha supone el pistoletazo de salida a las masivas compras navideñas de la población.
En su comunicado, la Policía asegura basar la prohibición en una disposición de la Ley de Reuniones, según la cual los derechos comerciales de los negocios y la necesidad de mantener "el flujo de tráfico sin interrupciones" en el centro de la ciudad prevalecen sobre el derecho de los manifestantes. No obstante, los organizadores anunciaron en Telegram que harán todo lo posible para que las manifestaciones tengan lugar pese al veto. Varios medios advierten de la posibilidad de que las convoquen bajo nuevos lemas.
"Estamos dándolo todo, ¡ya hemos contratado abogados! Quizás otra persona debería registrar la manifestación. Si esto tampoco se aprueba, hemos decidido ver Viena durante el Adviento, quizás nos veamos allí", dijeron en su red social. Según la televisión Puls24, hasta ahora el FPÖ no ha participado oficialmente en la movilización de la protesta.