A punto de cumplirse cinco años de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, decretase el estado de alarma en España a consecuencia de la covid-19, el sector de los cuidados, dirigido a quienes más sufrieron los efectos de la pandemia, ha denunciado que "persisten las mismas deficiencias estructurales" que destapó la emergencia sanitaria.
Así lo ha asegurado el presidente del Círculo Empresarial de Atención a Personas (CEAPs), Rafael Sánchez-Ostiz, durante un evento celebrado en la Asociación de la Prensa de Madrid. "Como sociedad no podemos permitirnos seguir en el mismo punto en el que estábamos en 2020", ha denunciado.
Sánchez-Ostiz ha concretado que los grandes problemas que atraviesa el sector tienen que ver con su infrafinanciación, el déficit de profesionales, las desigualdades entre comunidades autónomas y, especialmente, la ausencia de una coordinación sociosanitaria efectiva que "deje de discriminar a las personas mayores o personas en situación de dependencia que viven en residencias por el simple hecho de residir en ellas".
CEAPs calcula que, teniendo en cuenta el incremento constante de necesidades de una población cada vez más longeva y las exigencias de incrementar ratios, en 2030 el sector va a necesitar 100.000 profesionales más para la prestación de servicios en un entorno de financiación que "crece a paso de tortuga".
Por su parte, denuncia la falta de unas 90.000 plazas residenciales en toda España para atender la demanda y reclama un aumento de la financiación hasta el 2% del PIB para el sector de la dependencia, frente al 0,7%, que está por debajo de la media de la OCDE (1,4%).
Para paliar "el déficit endémico de profesionales", CEAPs exige, entre otras medidas, que se corrija la infrafinanciación histórica a la que está sometida el sector. Esto "permitiría ofrecer salarios dignos y condiciones laborales atractivas para que más personas se interesen por trabajar en él", señala el Círculo. En paralelo, defiende, es necesario que se flexibilicen los roles profesionales y "se agilicen los procesos de contratación de personas extranjeras para atraer a profesionales bien formados".
La situación, grave aunque no venga otra pandemia
El presidente de la patronal de residencias ha manifestado que la pandemia evidenció la necesidad de reforzar plantillas, pero cinco años después el sector sigue sin encontrar médicos, enfermeras y gerocultores suficientes que garanticen una atención de máxima calidad.
Así, incluso el supuesto de que el mundo no tenga que sufrir otra pandemia como la de la covid-19, la situación continúa siendo grave. La crisis de natalidad y el envejecimiento de la población hacen que, de no revertirse, caminemos hacia un escenario en el que será muy difícil prestar el servicio óptimo a personas dependientes.
Con todo, Sánchez-Ostiz ha asegurado que es indudable que el coronavirus ha hecho que el sector esté "un poco mejor preparado" en caso de que hoy llegara otra pandemia respiratoria, aunque, repite, las deficiencias en el sistema son notorias.
Por otro lado, si bien celebra que el anteproyecto de ley de reforma de la Dependencia, aprobado hace apenas un mes, obligue a los gobiernos autonómicos a implementar procedimientos de coordinación entre los servicios sanitarios y sociales, Sánchez-Ostiz se muestra escéptico sobre su implementación efectiva si no existe "una decisión de Estado a alto nivel".
Según un mapa realizado por la patronal de dependencia, todas las comunidades cuentan con documentos y protocolos para actuar ante la covid-19 y otras enfermedades respiratorias, pero solo 3 de las 17 han avanzado algo en protocolos de coordinación sociosanitaria: Galicia, Andalucía y Aragón, que cuentan con unidades o comisiones de coordinación sociosanitaria.
"Es absolutamente necesario que el sistema público asuma su responsabilidad en la atención sanitaria de las personas que viven en residencias", ha enfatizado el presidente de CEAPs, para quien "no puede ser que se esté geriatrizando el sector de los cuidados cuando las residencias no son hospitales, son los hogares de las personas más vulnerables del sistema, que tienen enfermedades crónicas y pluripatologías que necesitan de la atención de profesionales sanitarios".
En este sentido, Sánchez-Ostiz ha anunciado que ha solicitado una reunión con el ministro de Derechos Sociales, Pablo Bustinduy, para abordar las carencias estructurales que afectan al sector. "Durante la pandemia nos dejaron solos", ha insistido, antes de recordar que el 18 de febrero de 2020 CEAPs envió una primera carta a Pablo Iglesias, por aquel entonces vicepresidente segundo del Gobierno y responsable de la cartera que hoy dirige Bustinduy, solicitando una reunión ante la situación que ya se estaban viviendo en las residencias, pero que no fue atendida.
El refuerzo de la teleasistencia
Desde CEAPs también insisten en que "hay que dar prioridad" a aquellas personas mayores "que deciden vivir solas" en sus domicilios. "No todo el mundo tiene y quiere vivir en residencias. El verdadero problema es la soledad no deseada", defiende Cinta Pascual, actual vicepresidenta de la patronal, que dirigió durante lo peor de la pandemia.
Así, Pascual considera que "hay que mejorar la asistencia de quienes viven en sus casas", algo que ya recoge el anteproyecto de ley de Dependencia.
Aunque todavía es necesario reforzar la figura del 'teleasistente', la norma recoge que la ayuda a domicilio se extienda fuera del hogar. De este modo, la prestación, centrada hasta ahora en el cuidado personal y en actividades domésticas en el día a día, permitirá que los auxiliares puedan acompañar a la persona dependiente al médico o a la compra, lo que, según el Ministerio de Derechos Sociales, fomentará la autonomía de las personas.
Asimismo, la reforma recoge que todas las personas en situación de dependencia tendrán derecho a recibir teleasistencia con independencia del resto de prestaciones o servicios. Esto va en la línea del Plan de Choque aprobado en 2021, que ya consideraba la teleasistencia como un derecho subjetivo. Sin embargo, cuatro años después, según datos del Observatorio de Dependencia, solo el 42% de las personas atendidas en sus domicilios cuentan con este servicio.