La familia de José María del Nido vive de nuevo horas tensas por el Sevilla. El expresidente Del Nido Benavente solicitó una nueva Junta Extraordinaria con el objetivo de acceder de nuevo a la presidencia. Sin embargo, todo ha quedado finalmente condicionado para diciembre ya que con la agrupación de acciones de 2018, por el derecho de representación de las minorías, un grupo de acciones (más de 30.000) no podía votar en contra del Consejo sin hacerlo por unanimidad de los tres consejeros designados, uno de ellos su hijo, Del Nido Carrasco.
Y en esa junta estalló de nuevo la guerra entre padre e hijo, que vivieron otro enganchón más. "La gestión es tan mala que tras ganar la Europa League no ha sido capaz de cerrar un patrocinador principal. En tres meses tengo uno. Denme poderes absolutos para traer a un patrocinador y desde fuera os lo busco", exponía Del Nido Benavente en la Junta.
"Se ha realizado una negligente gestión empresarial. La pérdida de la pasada temporada es de 88,3 millones. En los tres últimos ejercicios, (19'276 millones, 24'289 millones y 41'004 millones). Las pérdidas ascienden a 175 millones", sentenció.
Pero las malas palabras hacia él no quedaron ahí, cargando contra él en cuestiones como la renovación del estadio: "Ni gratis le voy a aprobar el proyecto del Sánchez-Pizjuán, menos el bodrio que presentó. No gaste más dinero. El estadio será la envidia de Europa y lo construiré yo. Y como es un bien que afecta a la sociedad, ya tiene el voto negativo mío. Me sobran 2.000 acciones para echarle para atrás el proyecto".
"No le quiere nadie. ¿Quiere una indemnización? Yo se la pago. No tiene el apoyo de nadie. Así se quita la seguridad que tiene que parece un ministro. Váyase. No le haga más daño al Sevilla. No es que la chaqueta le venga grande, le viene grande el cargo", añadió.