La Fórmula 1 regresa a la competición con el Gran Premio de Estados Unidos después de casi un mes de aparente inactividad. Aunque los monoplazas no han rodado, los ingenieros y demás trabajadores en las fábricas sí se han puesto las pilas, y en Aston Martin se han preparado unas importantes mejoras que pueden ser de vital importancia de cara al diseño del monoplaza de 2025.
La escudería de Silverstone implementará en Austin un paquete de actualizaciones al AMR24 que no solo establecerán las capacidades del monoplaza para las últimas seis pruebas del calendario, sino que, según SoyMotor, desde Aston Martin se asegura que este nuevo "concepto" debería sentar las bases del coche de 2025.
A priori, no debería haber un gran cambio estético, o una revolución en las grandes piezas aerodinámicas, sino que temas como la altura, la dureza de la suspensión o el reparto de frenada deberían presentarse como algunas de las prioridades en cuanto a la preparación de cada fin de semana.
Los problemas a resolver
Tras la llegada del ingeniero Dan Fallows desde Red Bull en 2022, Aston Martin sorprendió a la Fórmula 1 con un monoplaza capaz de casi todo en las primeras pruebas de 2023. Seis podios en los ocho primeros grandes premios, todos ellos logrados por Fernando Alonso, evidenciaban un gran potencial en aquel AMR23.
Pero según pasaron los meses, el desarrollo se estancó, y las actualizaciones no funcionaban como se esperaba, algo que impulsó el término "peoras" entre los fans, desesperados por la caída de rendimiento.
En cuanto al comportamiento del Aston Martin, la insuficiente eficiencia aerodinámica es uno de los grandes problemas, derivada de la ausencia de una buena correlación entre los datos del simulador y los resultados obtenidos en la pista. Estos defectos del flujo del aire tampoco ayudan en el aparentemente excesivo subviraje que los monoplazas nacidos en la fábrica de Silverstone sufren desde hace tiempo.