La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la actividad física regular para cualquier edad por sus beneficios no solo a nivel físico, también mental. Esta práctica habitual que puede incorporarse con diferentes técnicas ha demostrado ser un buen aliado para combatir y controlar enfermedades tales como el cáncer, las cardiovasculares o las metabólicas. El ejercicio ha dejado de ser una herramienta para adelgazar y ha pasado a ser el mejor medio para cuidarse. En países como España, el sedentarismo todavía es una lucha que ganar, ya que, según el INE, un 40,3% de mujeres se declaran sedentarias frente a un 32,3% de hombres.
En este sentido, las investigaciones siguen marcándose como objetivos encontrar las claves de los beneficios de muchos de los ejercicios y material deportivo del que a día de hoy disponemos. Uno de esos ejemplos son las pesas rusas, una bola de hierro fundido o acero rodeada por un mango que son muy comunes en sentadillas y otras actividades de levantamiento. Este equipamiento seguro que los has visto en el gimnasio y puede ser aquello que reduzca la inflamación según se envejece y aumente la fuerza.
Pesas rusas en mayores: combate la inflamación y aumenta la fuerza
A menudo que se envejece la actividad física va tomando un papel aún más importante. El cuerpo tiende a ir atrofiándose y perdiendo funcionalidades que con el ejercicio se pueden reducir. Bajo esta base y en concreto con la utilización de las pesas rusas como objetivo, una investigación presentada en la Conferencia de Fisiología Integrativa del Ejercicio de 2024 ha hallado efectos muy beneficiosos.
Añadir esta rutina de pesas rusas ayuda a compensar la pérdida de la masa muscular, según el estudio. De hecho, el Dr. Davi Mázala aseguraba que han hallado que este tipo ejercicio es incluso beneficioso en personas que previamente no han hecho ejercicio y comienzan a una edad más avanzada. El programa de estudio consistió en 12 meses de entrenamiento de 2 sesiones por semana en una escala de esfuerzo del 7 sobre 10. A los 12 meses, los participantes tardaron menos tiempo en subir un tramo de escaleras y ponerse de pie después de estar sentados en una silla.
En los seis primeros meses, la masa muscular, la fuerza de agarre y la fuerza en la parte superior de las piernas aumentó en los participantes. Mantener esta fuerza corporal, sobre todo, de agarre, previene el riesgo de muerte, ya que está demostrado, según cuenta el estudio, que su debilidad aumenta las probabilidades de fallecimiento. Además, los marcadores de inflamación en las analíticas de los participantes se redujeron.
Cómo iniciarte en las pesas rusas
El gran punto a favor de las pesas rusas es su gran versatilidad. Con ella está la posibilidad de hacer momentos de más intensidad y ritmos más rápidos mejorando así el cardio y la movilidad. Además, estas aportan mucha más funcionalidad, ya que requieren el movimiento de muchos más músculos que en las pesas tradicionales.
Se pueden encontrar de diferentes peso, adaptándose así a las necesidades de cada personas, y los dos ejercicios más comunes son los balanceos y las sentadillas de sumo. Los expertos recomiendan realidad unos 8 ejercicios repartidos en dos o tres series de 8 a 12 repeticiones.