A María solo le queda una dosis más de quimioterapia, pero sentarse en este sillón, agota. Ella ha conseguido compatibilizar 18 meses de tratamiento, para superar un cáncer de mama, con su trabajo: "Era mejor porque iba a estar más ocupada y menos pensando". La sensibilidad de su empresa le ha permitido que, durante todo este proceso, las horas conectadas al trabajo también sirvan de evasión.
Ocupar la mente, mantener rutinas, sentirse útil son algunos de los aspectos positivos. Personalizar y consensuar las bajas flexibles es vital para su éxito. "Trabajar me ayudó a olvidarme de mi cáncer, aunque no todos los pacientes somos iguales", destaca María.
Pero hay muchos matices, como el tipo de paciente o el tipo de trabajo. Laura es limpiadora, un trabajo muy físico, por lo que es imposible pensar en ningún tipo de incorporación. "Me duelen los huesos, estoy muy cansada", asegura.
El cáncer de mama es el más prevalente entre la mujeres españolas. En España, 151.945 mujeres sufren está patología según el Observatorio del Cáncer de la Asociación Española Contra el Cáncer. Respecto a la mortalidad de esta enfermedad, representa el 15% de todos los fallecimientos por cáncer en mujeres en nuestro país.
Actualmente hay varios estudios científicos que tratan de mejorar estos datos. A la hora de la detección temprana, el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) ha diseñado un dispositivo que usa inteligencia artificial para detectar de forma más rápida y sencilla este tipo de tumores.
Otro de los últimos descubrimientos, especialmente eficaz en tumores más avanzados, es el medicamento T-Dxd. Se trata de un tratamiento que entra en las células y una vez dentro suelta una quimioterapia oculta, mejorando a medio y largo plazo los resultados.
