Antes de UFC 309 Jon Jones dijo que quería la pelea con Stipe Miocic por agrandar su legado. El estadounidense quería a uno de los mejores pesos pesados de la historia de UFC para demostrar que es el mejor de todos los tiempos. Y así lo hizo. Hoy, la leyenda de Jon Jones es un poco más grande. El campeón apenas le cedió un milímetro a su rival, al que noqueó en el tercer asalto.
Desde el primer round Jones se hizo con el centro del octágono y comenzó a minar a su rival con patadas medias al cuerpo. Así lo hizo hasta que enlazó una de ellas con un precioso derribo de judo. Miocic se fue al suelo y lo que vino después fue el control absoluto de Jones en el suelo, que fue acompañado de un bombardeo de codos. Miocic sobrevivió porque sonó la bocina. Así lo vieron dos de los jueces que le dieron un 10-8.
En el segundo asalto el rival de Jones consiguió hacer algunos ajustes, defender los derribos y empezar a trabajar con su boxeo. Eso puso a Jones en aprietos en más de una ocasión. Miocic salía con combinaciones muy agresivas de 3 ó 4 manos ante las que Jones tenía que recular e incluso huir. Le vimos correr por el octágono en más de una ocasión. Sea como sea, Jones capeó los temporales y siguió pateando al medio y abajo para seguir minando a su rival.
Patada en giro
En el tercer asalto Miocic trató de seguir aplicando la misma receta pero se le veía más cansado y a Jones intacto. Con Miocic a medio gas Jones empezó a acertar con su boxeo y a los 90 segundos conectó un jab de encuentro que hizo daño a su rival. La sonrisa de Miocic al sentir el golpe lo dijo todo. Sabía que lo habían cazado. Jones olió la sangre y conectó una derecha recta al mentón. Miocic empezó a recular, intentó dar algún golpe más pero Jones lo llevó a la reja y conectó la patada que puso fin a la historia. El campeón alcanzó la zona hepática de Miocic con su talón y este cayó al suelo. El árbitro paró la pelea a los pocos segundos.
La entrevista en el octágono también fue emocionante porque no estaba claro si Jones colgaría los guantes. Sin embargo, el campeón de los pesos pesados se sintió tan dominante que, con una sonrisa, dijo que le quiere dar al público lo que quiere ver. Habrá próxima pelea, aunque no aclaró si esto sería contra Tom Aspinall o contra Alex Pereira.
