El Ejército israelí ha anunciado este jueves la muerte de Muhammad Jalil Alian, comandante de la unidad de misiles antitanque del grupo chií Hezbolá en la zona de Qalaouiyeh, a unos 11 kilómetros de al frontera con Israel. "Alian murió este lunes en un bombardeo de las Fuerzas del Aire", según un comunicado castrense emitido esta mañana.
"En el último día, las Fuerzas del Aire han atacado aproximadamente 150 objetivos de Hezbolá y Hamás en Gaza y Líbano", han anunciado las fuerzas armadas en la mañana de este jueves, asegurando que entre ellos se encuentran centros de mando, almacenes de armas, puestos de observación o lanzaderas de cohetes.
Este miércoles, las fuerzas del aire han bombardeado también posiciones del grupo proiraní en Mazraat El Yahoudiyeh, en el norte de la región libanesa de Tiro, asegurando que milicianos de la unidad aérea de Hezbolá dispararon desde allí un cohete contra un avión del Ejército, que resultó ileso.
En el sur de Líbano, donde las tropas mantienen una incursión terrestre desde la madrugada del 1 de octubre, los soldados israelíes detectaron una "célula terrorista" -como suelen referirse a los milicianos de grupos islamistas- e indicaron su ubicación a la aviación para que llevara a cabo un ataque contra ella.
Mientras tanto, en territorio israelí, las alarmas han sonado en el norte del país varias veces a lo largo de la noche alertando por la entrada de drones disparados por el Líbano, si bien uno de ellos ha sido interceptado y el otro ha caído en un espacio abierto.
A lo largo de este miércoles, Hezbolá ha lanzado unos sesenta cohetes contra Israel, además de una andanada de tres drones que han hecho sonar sin parar las alarmas antiaéreas durante una hora en la Galilea occidental. Dos de ellos lograron impactar, uno de ellos contra un edificio en la ciudad costera de Hadera, pero no han causado víctimas.
Un mediador estadounidense
Este jueves se espera la llegada a Tel Aviv del mediador estadounidense, Amos Hochstein, que el pasado 21 de octubre visitó el Líbano, para tratar la guerra entre ambos países en busca de un acuerdo de alto el fuego.
Desde el 8 de octubre de 2023, cuando comenzó el intercambio de fuego constante entre Israel e Hezbolá en torno a la divisoria, más de 2.800 personas han muerto en Líbano y otras 13.000 han resultado heridas.
Por otro lado, 34 soldados israelíes han muerto en el sur de Líbano desde que invadieron la zona, y otros nueve fallecieron en ataques contra el Estado hebreo. Además, siete civiles perdido la vida en Israel desde principios de octubre.