La escritora y filóloga Irene Vallejo ha sido una de las galardonadas este martes en los Premios 20minutos, una gran velada celebrada en el Teatro Real en la que Vallejo ha agradecido su premio apelando a sus orígenes, a la fuerza de las palabras, de la escritura y de todos sus lectores. "Al venir al mundo somos un manojo de inercia y necesitamos aprender. En conjunto somos más y mejores que la sumas de nuestras partes aisladas. Por eso mis primeras palabras deben ser para el grupo Henneo y a todos los lectores que dan vida y sentido a todo lo que escribo", ha destacado.
Sus comienzos han cobrado una gran importancia de su discurso y es que, tal y como ha narrado, la escritora comenzó en el mundo laboral de la mano de Encarna Samitier, directora de 20minutos: "Encarna me tendió la mano cuando yo era una joven aprendiz y me acompañó en esos primeros pasos inseguros y temblorosos. Mi escuela de escritura fueron las columnas del Alto de Aragón, aquel rincón de los Yerunes, donde emprendí mi camino bajo su guía y sus lucidos consejos".
A su lado, ha destacado, descubrió el valor de "forjar equipos" así como de la construir "tomados de la mano", por ello, ha reiterado sus agradecimiento a Encarna, por "saber cambiar las reglas y derribar prejuicios".
"El camino del bosque no era sencillo, letra a letra, paso a paso, fue subiendo peldaños. Con el tiempo, aquella chica tuvo un hijo. El bebé llegó al mundo con una extraña enfermedad, no podía respirar. En un país lejano, las deudas hubieran asfixiado mi futuro. Pero en las tierras del Ebro, una noche de invierno de hace diez años, un hospital saludaba a mi. Y yo, sin más deudas que mil cofres de gratitud, pude cumplir el temerario deseo de mi infancia. La sanidad pública me hizo libre. Me permitió hacer realidad mi sueño. Gracias al esfuerzo de todos, al trabajo de muchos", ha destacado también Vallejo sobre su historia como madre.
Como filóloga, Vallejo no ha dudado en tener asimismo unas palabras hacia la labor de la escritura, destacando su "amor" por los oficios del verbo: "Sin palabras no habría historia y no habría amor. Hablamos porque somos, pero somos porque hablamos. Hoy urge actuar cuando el lenguaje empieza a marchitarse, a crisparse o a desgastarse. Cuando se usa más como arma que como argamasa".
Por todo ello, la escritora ha llamado a que las palabras sirvan para "construir", pero también para "reconstruir", un objetivo ante el que ha señalado que hay un gran número de personas que "intentan contar historias que sean útiles" frente al caos del mundo. Por último, citando a Antonio Machado ha destacado que "Solo se pierde lo que se guarda, sólo se gana lo que se da". "En el telar de este mundo nervioso y palpitante, somos un tapiz de hebra y inteligencia. Estamos en peligro todos juntos. Somos el destino de los demás", ha concluido.
La escritora compatibiliza su faceta de escritora -acaba de publicar 'El inventor de viajes' (Ed. Siruela)- con una intensa labor de divulgación del mundo clásico que la ha llevado por todo el planeta a impartir cursos y charlas. Colaboradora del diario Heraldo de Aragón y El País Semanal, ha publicado además de ensayos, novelas y libros de literatura infantil, recopilatorios de sus artículos periodísticos, como Alguien habló de nosotros (2017) y El futuro recordado (2020).