La herida abierta entre Podemos y Sumar, pese al paso del tiempo, a la distancia y los diferentes caminos que han tomado ambos proyectos, sigue sin cicatrizar. Y eso quedó claro este lunes en la presentación de la nueva biografía de Irene Montero, Algo habremos hecho (Navona), en la que la exministra repasa su papel en la vertiginosa última década de la política española y también el choque con una Yolanda Díaz de la que Montero, este lunes, dijo que había sido el "mayor error" de Podemos en sus casi once años de historia.
Montero presentó su libro en un acto en Madrid al que asistió toda la cúpula actual de Podemos y buena parte de los dirigentes históricos del partido morado, y en el que varias decenas de personas se quedaron fuera por falta de aforo, lo cual provocó una pequeña bronca al inicio del evento que la exministra solventó anunciando que celebrará otro acto de presentación de su libro en la capital. En el auditorio se dieron cita tanto la actual secretaria general del partido, Ione Belarra, como su antecesor, Pablo Iglesias, junto a nombres como los de Pablo Echenique, Juanma del Olmo, Julio Rodríguez, Isa Serra o Pablo Fernández.
Con ese público —nutrido también por trabajadores y extrabajadores del partido—, Montero jugaba en casa. Y, aunque Podemos lleva meses afirmando que ha dejado atrás sus cuitas con Sumar y que su lucha con Díaz es pasado, lo cierto es que el nombre de la vicepresidenta no tardó en aparecer. Lo trajo a colación la periodista Joana Bonet, presentadora del acto, que preguntó a la número dos de Podemos por una dirigente que es protagonista, muy a pesar de los morados, de los últimos tres años del espacio de la izquierda a la izquierda del PSOE. La respuesta de Montero fue lapidaria: "Fue nuestro mayor error político".
"Nosotras tomamos esa decisión", la de designar a Díaz como líder de Unidas Podemos cuando Pablo Iglesias dimitió en el año 2021, "pensando que serviría para ampliar al espacio y tener más poder para transformar, que era nuestra obsesión, equilibrar la correlación de fuerzas con el PSOE", rememoró Montero. En aquellos días, la relación de la vicepresidenta con Iglesias era de estrecha amistad, y la idea inicial era la de que ella se ocupara de la parte gubernamental y Podemos ejerciera el papel de su pararrayos como principal fuerza del espacio político. "Pero ni se ha ampliado el espacio ni tenemos más poder, se ha entregado el espacio a quien no quiere transformar nada, así que es nuestro mayor error", lamentó Montero.
Contra el PSOE también tuvo palabras la exministra, que acusó a los socialistas de haber puesto en marcha una "operación política" durante los últimos años para "sustituir la dirección política de un espacio que ellos calculan que reúne entre el 10% y el 12% de los votos por otra dirección política" que sea funcional a los intereses del PSOE. "Y eso es lo que estamos viendo, que en el Gobierno solo manda el PSOE, y todo el poder que la gente le ha entregado a Sumar lo ejerce de facto el PSOE", aseguró Montero, que criticó que esa supuesta claudicación ha "estrechado las posibilidades" de la izquierda alternativa en España.
Ante esa situación, la dirigente aseguró que su objetivo es que Podemos vuelva a ponerse en pie para que el PSOE asuma que tiene que tener una relación de "coordinación" con la izquierda alternativa, en lugar de la "subordinación" en el Gobierno en la que ahora se encuentra —considera Montero— Sumar.