Harris vs Trump: qué proponen los dos candidatos a la Casa Blanca en políticas de energía y cambio climático

Los sondeos son unánimes al señalar que puede ser los comicios más reñidos en la reciente historia de Estados Unidos. El 5 de noviembre los estadounidenses están llamados a las urnas para elegir a su 47º presidente, entre Kamala Harris y Donald Trump.

Puestos a analizar las diferencias entre los programas de ambos, esta vez comparamos sus propuestas sobre clima y energía. En la primera cuestión, más concretamente la crisis climática, se observan diferencias notables entre ambas candidaturas. Mientras para Harris la lucha contra el cambio climático es, en teoría, una prioridad, Trump propone relajar todas las medidas y exigencias.

Las propuestas de Harris sobre clima y energía

Cambio climático

Respaldó el marco progresista para hacer frente al cambio climático Green New Deal durante su candidatura presidencial de 2019. Harris también apoyó la vuelta al acuerdo climático de París, al que la administración Biden se reincorporó nada más llegar. Durante la cumbre mundial sobre el clima de 2023, defendió enérgicamente las inversiones climáticas de su administración.

La candidata ha apostado por prohibir las perforaciones en alta mar. También defendía el fin del fracking, aunque luego ha prometido defender y ampliar su industria (lo dijo en el debate presidencial, tal vez porque se celebraba en Pensilvania, donde hay una importante industria dedicada al fracking).

Harris propone tratar a las grandes empresas que contaminan como a las tabacaleras, es decir, demandarlas porque "están causando daños y muertes en las comunidades".

Como vicepresidenta, apoyó la legislación de política interior más emblemática de la administración, según The Washington Post. Fue la Ley de Reducción de la Inflación, que incluía un importante gasto en energías limpias y créditos fiscales para los vehículos eléctricos (unos 370.000 millones de dólares).

Gas Natural

La actual administración detuvo la construcción de nuevas terminales de gas natural licuado que aún no están operativas o autorizadas, lo que podría afectar a más de una docena de terminales de este tipo propuestas. Harris mantendría la política de Biden. Pero, ese mismo Gobierno ha convertido a EE UU en el mayor exportador de gas natural licuado (GNL).

Combustibles fósiles

La Ley de Reducción de la Inflación de la administración Biden-Harris representó la mayor inyección de dinero público en iniciativas climáticas y de energía limpia. Harris apoyó esta ley —fue el voto de desempate en el Senado— que proporcionó millones para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero hasta un 40% por debajo de sus niveles de 2005 para finales de esta década.

Sin embargo, durante el mandato Biden, el país ha ampliado su liderazgo como mayor productor mundial de petróleo. Por la mezcla de todo lo dicho, los activistas climáticos han criticado a la administración demócrata por considerar que al final ha hecho poco.

Coche eléctrico

No hay mandato federal, pero la administración Biden-Harris ha fijado objetivos, entre ellos que los coches eléctricos representen la mitad de todas las ventas de vehículos nuevos en 2030. La administración Biden también ha introducido nuevas normativas sobre los coches de gasolina, sin prohibirlos.

La administración demócrata ha utilizado una combinación de zanahorias y palos, comenta NBC News, para fomentar la fabricación de vehículos eléctricos en EE UU, ya que la Casa Blanca pretende hacer frente al cambio climático mediante la eliminación gradual de los vehículos de gasolina. El objetivo inicial era que los coches eléctricos fueran el 67% en 2032, pero se ha rebajado tras la presión de la industria automovilística y los líderes sindicales.

Las propuestas de Trump sobre clima y energía

Cambio climático

El republicano sacó a EE UU del acuerdo climático de París; Biden consiguió que el país volviera a entrar; y Trump, si gana, pretende volver a retirarse del que es el principal tratado internacional sobre el clima.

Como presidente, relajó una serie de regulaciones ambientales, incluidas las normas de emisión y contaminación para las centrales eléctricas de carbón, argumentando que las normas estaban perjudicando a la creación de empleo. Y en ello quiere ahondar. Trump quiere, no sólo retirarse del acuerdo de París, sino recortar más las normativas, esas que llama "políticas del Nuevo Trato Verde de la izquierda radical que están diseñadas para cerrar el desarrollo de los abundantes recursos energéticos de Estados Unidos".

Combustibles fósiles

En general, el republicano ha favorecido a los combustibles fósiles frente a las energías renovables. Su eslogan es Drill, baby, drill ("Perfora, nena, perfora"), en referencia a los pozos petrolíferos, que espera multiplicar si vuelve al despacho oval.

También se propone "eliminar toda la burocracia" en torno a los proyectos de petróleo y gas natural. Asegura que si gana emitirá una orden ejecutiva que ponga fin al desarrollo de la energía eólica marina.

Gas Natural

Trump anularía la pausa en la construcción de nuevas terminales de gas natural licuado decidida por Biden. Para ello está respaldado por grupos de la industria, señala Politifact. El empresario metido a político argumenta que EE UU debe capitalizar sus activos energéticos, especialmente para ofrecer a las naciones europeas opciones distintas de Rusia.

Coche eléctrico

Los esfuerzos de la administración Biden-Harris en esta materia son vistos por Trump como una amenaza, ya no sólo para la industria automovilística, sino para toda la economía estadounidense. El republicano promete derogar las normas y leyes que dan forma a los esfuerzos de los demócratas por promover los vehículos eléctricos.

Trump ha dicho que no está en contra de los vehículos eléctricos en sí, pero los ha descrito como menos fiables que los de gasolina.

Zircon - This is a contributing Drupal Theme
Design by WeebPal.