Cinco años después del lanzamiento de la ley que fue el espaldarazo definitivo a la instalación de placas solares domésticas, el Ministerio de Transición Ecológica se dispone a actualizar el decreto de autoconsumo y, como paso previo, ha abierto este miércoles una consulta pública, para que los actores interesados aporten su comentario sobre los problemas y oportunidades de un sector renovable que fue "clave" durante la crisis energética pero que ha dado un bajón en el último año, así como posibles soluciones alternativas en una actividad en la que el departamento que todavía dirige Teresa Ribera pone ahora un especial foco en el autoconsumo colectivo.
La secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen, ha anunciado la apertura de este proceso de participación pública, que aceptará aportaciones hasta el 23 de octubre, durante la apertura del XI Foro Solar organizado en Madrid por la Unión Española Fotovoltaica (UNEF). "Seguimos apostando por el autoconsumo y por avanzar en su regulación. Hoy mismo vamos a lanzar una consulta previa para conocer qué es necesario actualizar", ha dicho la número dos de Transición Ecológica.
Según el texto de la consulta pública, el Ministerio reconoce el "papel clave" que ha tenido el autoconsumo durante la crisis de precios de la energía por la invasión rusa de Ucrania, porque a él recurrieron "administraciones, empresas y particulares" para dar respuesta a los precios tan elevados de la electricidad. Por este motivo, el autoconsumo vivió un "pico de actividad", con "récords históricos de instalación".
Como ejemplo, recuerda que cuando en 2021 fijó los primeros objetivos de potencia instada a partir de estas pequeñas instalaciones, se planteaba dos escenarios, uno ordinario por el que en 2030 habría 9 gigavatios y otro de "alta penetración", por el que serían 14 GW. La realidad es que 2023 cerró con casi 7 GW de potencia instalada de autoconsumo, la mitad del escenario más ambicioso, y que un año antes el Ministerio había actualizado la cifra, para llegar hasta los 19 GW en 2030.
El objetivo parecía alcanzable hasta que el año pasado empezaron a saltar las alarmas, ante un autoconsumo que cayó un 32% con respecto al año "histórico" de 2022, debido a la normalización de los precios de la energía y también al final de los programas masivos de ayudas, por los que el Gobierno repartió 2.000 millones de Fondos Europeos en dos años.
Hace unas semanas, la UNEF llamó la atención sobre esta ralentización y pidió desgravaciones fiscales para volver a impulsarlo y este miércoles Transición Ecológica abre una consulta para ver qué se puede mejorar en la regulación del autoconsumo, poniendo el foco en el de tipo colectivo, una asignatura que todavía está pendiente en España, donde está mucho más normalizada la instalación de placas solares en empresas y casas unifamiliares.
"Se considera que en el contexto actual el autoconsumo es distinto al existente en 2018 y 2019, cuando se elaboró el marco normativo actual, con lo que puede ser conveniente una actualización", expone Transición Ecológica, que habla "en particular", del impulso al autoconsumo colectivo, las comunidades energéticas. "Dado el elevado potencial de esta modalidad, se pretenden identificar mejoras de procedimiento y administrativas que faciliten su mayor despliegue".
