Interpol ha puesto en marcha una campaña pública para tratar de identificar a 46 mujeres, cuyos cadáveres se encontraron en seis países europeos hace años en circunstancias sospechosas que inducen a pensar que muchas pudieron ser asesinadas. Siete de esos cadáveres fueron encontrados en España.
Para cada uno de los 46 casos sin resolver se publica cierta información sobre las mujeres, incluidas imágenes de objetos como joyas y prendas de vestir encontradas en los lugares donde se hallaron los cadáveres, y para algunos se han hecho reconstrucciones faciales.
Interpol ha publicado lo que se llama una "notificación negra", dirigida a las policías de los otros Estados miembros, para intentar recabar información sobre los cadáveres y determinar las circunstancias de la muerte. Esas notificaciones suelen contener información sobre el lugar donde se halló el cuerpo, datos biométricos, exámenes odontológicos, descripciones físicas de la ropa u otros elementos.
El llamamiento cuenta con el apoyo de varias actrices, cantantes y deportistas conocidas procedentes de los países participantes. Se trata de dar mayor divulgación a los casos en suspenso y fomentar la participación ciudadana. En el caso de España son Luisa Martín y Mabel Lozano.
Estos son los siete casos por resolver que han ocurrido en España:
Barcelona, 27/1/1999: la mujer que no estaba sola
Se trata del cadáver de una joven de unos 23-25 años, que fue hallado en una habitación de un hotel de Premiá de Mar. De ojos azules y pelo castaño claro, la Policía calcula que la víctima habría nacido en 1975. La encontraron sin ropa, con las manos atadas y evidentes signos de violencia.
La mujer se había hospedado junto a un hombre blanco que hablaba francés e inglés. De entre 25 y 30 años, era de estatura media. Llevaba media melena de pelo oscuro y peinada hacia atrás, y barba de tres días. Según testigos, la pareja venía de Ginebra (Suiza).
Barcelona, 3/11/2003: la mujer de la carretera
Los Mossos d'Esquadra encontraron en la orilla de una carretera rural en Malgrat de Mar el cuerpo de una mujer de 25-30 años. Tenía la piel blanca, aunque bronceada, el pelo negro y los ojos castaños, y los agentes creen que podría ser bengalí. La joven presentaba numerosas heridas en el cuerpo y en la cara. Según los forenses, debió morir unas 12 horas antes del hallazgo del cadáver.
La mujer vestía pantalones vaqueros de la marca Teri Pevi, un jersey de lana, color carmesí, y una camiseta beige de Marks & Spencer. La víctima llevaba popa interior negra de algodón y calcetines grises con pequeñas formas geométricas de color rojo y verde. En el dorso de la mano derecha tenía un tatuaje pequeño con el símbolo Om (tres curvas, un semicírculo y un punto) y en el brazo izquierdo, una marca de vacunación. Además, hallaron unos hilos oscuros alrededor del tobillo izquierdo y en los pulgares de los pies.
Barcelona, 2/7/2005: la mujer de rosa
Los restos se localizaron en el kilómetro 84 de la carretera de la Vila en Viladecans. Se trataba de una joven de 20-25 años, que llevaba 24 horas muerta y vestía de rosa. De hecho, el caso pasó a ser el de "la mujer de rosa. Cuando encontraron su cuerpo sin vida, la chica vestía unos pantalones de ese color y un top de flores, de la marca Easy Wear. También llevaba unos aros de oro y una pulsera con estrellas. De ojos azules, medía 1,60 metros y tenía el pelo castaño, teñido de cobrizo.
Madrid, 26/3/2007: la del anillo en forma de búho
A la altura del kilómetro 1 de la carretera M-127, en la localidad de El Berrueco (Madrid), se halló el cadáver de una mujer que llevaba un anillo en forma de búho. El cuerpo estaba cubierto con una sábana y no presentaba signos de violencia.
La víctima presentaba rasgos físicos sudamericanos y una edad difícil de concretar, de entre 25 y 40 años. Vestía chaqueta negra de terciopelo, camiseta blanca tipo regata, pantalones vaqueros azules y botas de cuero negras hasta la rodilla. Llevaba un anillo bañado en plata con un motivo en forma de búho, un broche redondo bañado en plata y una pulsera de oro.
Se cree que la mujer llegó a España poco antes de morir. Tenía seis cápsulas de látex dentro de su cuerpo y una de ellas se había roto, lo que condujo a la policía a sospechar que se trataba de una “mula” que transportaba droga.
Bilbao, 6/2/2009: la mujer del monte Archanda
En esa fecha se encontró el cuerpo de una mujer en la proximidades de un camino forestal en el monte Archanda, cerca de Bilbao. El cadáver fue descubierto cerca de un sendero del bosque. Probablemente había fallecido entre 24 y 72 horas antes. Se cree que murió por intoxicación.
La víctima tendría entre 30 y 40 años. Medía 1,66; su piel era clara; y su pelo negro y corto. Tenía un juanete en el pie derecho y obturaciones con amalgama de plata. Según la Policía, es probable que fuera originaria de Europa Central. Llevaba una mochila azul que contenía una botella de licor de almendra Barbero Amaretto, botellas de refrescos, pañuelos desechables de marca Carrefour, un protector labial de marca Labello y un pañuelo.
Girona, 4/8/2018: la mujer del cobertizo
En la tarde de ese sábado, se halló a una mujer ahorcada en un cobertizo (un gallinero) de una casa de campo situada en el barrio de Olivars de Sant Julià de Ramis, en Girona. La mujer no llevaba ningún documento de identidad.
De entre 25 y 35 años, la joven medía 1,61, era de piel blanca, cabello rubio y ojos castaño claro. Vestía camisa a rayas azules y blancas de marca Fairly, pantalones vaqueros de Bershka (una 36), zapatillas Nike negras del número 38,5, calcetines grises de algodón (38/42), bragas de marca Ouno con un motivo floral (XL-XXL) y sujetador gris.
En la casa vivían tres personas, pero ninguna de ellas la conocía ni la había visto antes. Nadie en la zona sabía quién era la mujer, y no se encontró ningún vehículo en las proximidades. Se cree que la mujer era originaria del norte de Europa, Polonia, Alemania o Países Bajos. Se realizaron indagaciones sobre su posible identidad en Polonia y Francia, pero no dieron ningún resultado.
Ibiza, 9/7/2019: la introvertida
Los restos de una joven de 25-30 años fueron hallados por los ocupantes de un barco anclado a 150 metros de la costa ibicenca, a la altura de Santa Eulalia. Se había ahogado recientemente y solo llevaba puesto un traje de baño de dos piezas.
Su ausencia no fue denunciada por los ocupantes de ninguna de las embarcaciones que fondeaban allí, y tampoco se presentó ninguna denuncia por su desaparición en los días siguientes. Se cree que el día de su muerte había salido en una furgoneta negra para trabajar en el barco de unos clientes adinerados procedentes de Oriente Próximo.
Una investigación realizada en 2022 y 2023 por el Grupo de Homicidios de las Baleares permitió determinar que la mujer era una trabajadora sexual, presumiblemente de nacionalidad rumana, pero de origen húngaro, que prestaba sus servicios en la zona de Ushuaïa (San Antonio/Ibiza). La chica, que solía ir acompañada de un travesti rubio, apenas hablaba con nadie. De hecho, las personas con las que tenía trato desconocían su nombre.
