El Gobierno pacta con sus socios los puestos en el Consejo de RTVE en plena negociación de los Presupuestos

El Gobierno ya negocia con sus socios la elección de los miembros del Consejo de Administración de RTVE y lo hace en plena negociación de la senda de déficit y de los Presupuestos Generales del Estado (PGE). El Consejo de Ministros aprobó este martes un decreto para cambiar la ley de RTVE, que le permite rebajar las mayorías necesarias para designar a los que dirigirán la televisión pública que, además, pasarán a ser 15 miembros frente a los 10 actuales. Al respecto, fuentes de Moncloa aseguran que su pretensión es sacar adelante esta reforma con el apoyo de las formaciones que apoyaron la investidura de Pedro Sánchez, sin contar con el PP y Vox, a pesar de que el ministro Óscar López había dicho previamente que su intención era también buscar el apoyo de los populares.

El Gobierno justifica estos cambios alegando que RTVE ha tenido una administradora única y tres presidentes en cuatro años y que de los 10 miembros, seis tienen su mandato caducado. Con este decreto, el Ejecutivo pretende acabar con esta situación de interinidad a través de una rebaja de la mayoría en el caso de que no se llegue a la de 2/3. Con esa fórmula, el Gobierno logra prescindir del PP para reformar el Consejo, ya que solo requiere de una mayoría absoluta, lo que podría lograr con sus socios habituales en el Congreso. También aumenta a 15 el número de miembros que tendrá el Consejo de Administración, de los cuales 11 serán elegidos en el Congreso (donde el Gobierno pretende hacerlo con sus socios habituales), y otros 4 por el Senado (donde el PP tiene mayoría absoluta).

En este sentido, desde Moncloa ya avanzan que el órgano de gobierno de RTVE será el más "plural" de los últimos años, en alusión a que habrá más partidos que entrarán en la elección de sus miembros. Fuentes gubernamentales aseguran que su intención es que en las conversaciones para el reparto de los puestos del órgano de gobierno de RTVE entren "más partidos que nunca", aunque no todos, apuntan. En todo caso, no implica que los que no entren estén fuera de las negociaciones, ya que el objetivo del Gobierno es reunir a la mayoría de la investidura de Sánchez para llevar a cabo la reforma. De hecho, apuntan a que las negociaciones ya están "muy avanzadas".

En este sentido, no ocultan sus intenciones de pactar este órgano solo con los socios, aunque todavía no se atreven a descartar una negociación con el PP para los puestos que corresponden al Congreso, dando por hecho que los del Senado los sacarán los populares por mayoría absoluta. Todo ello se produce en medio de las conversaciones para aprobar la senda de déficit, donde el Ejecutivo también necesita a las formaciones con las que ahora está pactando los puestos del Consejo de Administración de RTVE.

El Gobierno confía en sacar la senda de déficit

El optimismo en Moncloa ha crecido en lo que respecta a la aprobación del techo de gasto, el paso previo a los Presupuestos Generales del Estado (PGE). El escollo siempre ha estado en Junts, que va a celebrar en unos días su congreso, pero ahora se suma uno más, Podemos, que amenaza con tumbar esta votación si el Gobierno de Sánchez no rompe relaciones comerciales con Israel y baja el alquiler un 40%. Al respecto, desde el Gobierno aseguran que no les preocupa esta posición de los morados, que vinculan con un marcaje dentro de las negociaciones con los socios. Varios miembros del Ejecutivo opinan lo mismo: si hay consenso con el resto de grupos, les cuesta pensar que sea Podemos quien lo rompa.

En cambio, en Moncloa no ven con buenos ojos la consulta a sus bases para ver si avalan condicionar su apoyo a los PGE a sus exigencias. Creen que esto "dificulta" la negociación y que se debe a que no son conscientes de que la misma va en buena dirección con el resto de socios. "No quieren caer por eliminación", calculan desde el Ejecutivo.

Pero salga lo que salga en dicha consulta, no creen que sea algo que sentencie la aprobación de los Presupuestos. Aseguran que si la negociación con Podemos llega a buen puerto, estos podrían hacer una nueva consulta con los acuerdos logrados y desbloquear un eventual embrollo con sus bases.

En cuanto a Junts, el Gobierno sigue negociando con discreción y más ahora que se enfrentan a su congreso este mismo fin de semana. Con todo, fuentes conocedoras de la negociación reconocen que no es "fácil" hablar con ellos porque tienen "pretensiones muy grandes" y, de hecho, no creen que consigan pactar la senda de déficit antes de la celebración de su cónclave en Calella (Barcelona). Y aunque aún no se atreven a avanzar nada sobre la posibilidad de contar con su apoyo para los Presupuestos, desde Moncloa ya deslizan que no tendría sentido aprobar la senda de déficit si el siguiente paso, el de las cuentas, no se va a dar.

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