En Estados Unidos hay tiroteos todos los días. Las estadísticas dicen que en ese país hay una media de 128 muertes diarias. En 2023, fallecieron por arma de fuego 46.728 personas. Es un 3% menos que en 2022, lo que no quita para que fuera el tercer año más sangriento de la historia de EE UU.
Pese a este terrible y permanente rosario de disparos, heridos y muertos, para la mitad de los estadounidenses la posesión y venta de armas es un asunto innegociable. Millones de ellos consideran que las armas fueron un elemento básico en el génesis de su nación y que, por lo tanto, son inherentes al hecho mismo de ser "estadounidense".
Las armas, su venta y tenencia, son asunto de la campaña electoral que enfrenta a la demócrata Kamala Harris y al republicano Donald Trump. Pero con sordina: con las armas se pueden perder más votos de los que pueden ganarse. Estas son las propuestas al respecto.
¿Qué propone Harris respecto a las armas?
Los demócratas siempre han sido mas críticos con la libre tenencia de armas en EE UU y se han abierto a limitar su venta. Pero solo eso, aunque Trump se haya inventado lo de que si Harris gana prohibirá el derecho a llevar armas. Lo repitió en septiembre su "portavoz", Elon Musk, en un mitin: "Quieren quitarte la libertad de expresión, quieren quitarte el derecho a tener armas".
Quieren quitarte la libertad de expresión, quieren quitarte el derecho a tener armas", ha dicho Elon Musk
Pero no, el Partido Demócrata no quiere prohibir las armas de fuego. Ni lo ha intentado Biden ni lo anuncia Harris. De hecho, la vicepresidenta tiene un arma en casa. Lo contó hace unos días en una entrevista en CBS News: "Tengo una Glock y la tengo desde hace bastante tiempo". El periodista hizo lo que correspondía, preguntar si la había disparado. "Sí... En un campo de tiro. Sí, por supuesto que sí", contestó la vicepresidenta. En realidad, no era la primera vez que la candidata admitía ser propietaria de un arma de fuego.
Harris ha encabezado esta legislatura la Oficina de Prevención de la Violencia Armada de la Casa Blanca. Eso no ha sido óbice para que haya declarado que apoya la Segunda Enmienda de la Constitución estadounidense, que protege el derecho a portar armas. Y lo ha ilustrado con su propio ejemplo. "Si alguien entra a mi casa, recibirá un disparo", dijo en un intercambio de bromas con la presentadora Oprah Winfrey, durante un evento transmitido en vivo. "Probablemente no debería haber dicho eso, pero mi equipo se ocupará de eso más tarde", contó entre risas.
Pero la candidata demócrata tampoco quiere poner los focos en el control de las armas, asunto complejo y espinoso. De hecho, ni siquiera mencionó el problema de los tiroteos masivos en su discurso de aceptación de la nominación demócrata en la convención de Chicago.
Harris sabe que las armas de fuego no son una de las grandes preocupaciones de los estadounidenses, al menos según las encuestas. Por eso, habla de prohibir las armas de asalto y los cargadores de gran capacidad, y también de exigir la comprobación universal de antecedentes para la venta de armas. También quiere derogar la Ley de Protección del Comercio Legal de Armas, para quitar a comerciantes y fabricantes de armas la inmunidad especial frente a determinadas responsabilidades por el uso de sus productos.
En realidad, Biden ya hizo las dos primeras promesas. La relativa a las armas de asalto y los cargadores de gran capacidad está "paralizada", pero Biden obtuvo un compromiso sobre las comprobaciones de antecedentes a través de una expansión limitada de las comprobaciones en virtud de la Ley Bipartidista de Comunidades más Seguras, que Biden firmó en 2022.
Dos años después, publicó una norma que endurecía la definición de qué vendedores de armas de fuego deben realizar comprobaciones de antecedentes de los compradores. Harris iría más allá para incluir todas las ventas, incluso las que no cumplirían los requisitos de la norma de 2024, detalla Politifact.
Se trataría, según los demócratas, de impedir que los menores y las personas "inestables" puedan acceder a las armas de fuego. Así, Harris podría intentar aprobar leyes que permitan a un familiar o a las fuerzas del orden solicitar una orden judicial para retirar temporalmente el acceso a las armas si consideran que el propietario puede hacerse daño a sí mismo o a otros.
En palabras del compañero de fórmula de Harris, Tim Walz: "Fui mejor tirador que la mayoría de los republicanos en el Congreso, y tengo los trofeos que lo demuestran. Pero también soy padre. Creo en la Segunda Enmienda. Pero también creo que nuestra primera responsabilidad es mantener a salvo a nuestros hijos".
¿Qué propone Trump respecto a las armas?
Es casi seguro que Trump recibirá el voto de todos los miembros de la Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés) que acudan a las urnas. De hecho, el empresario metido a político ha presumido de ser su "mayor fan" y de no haber "hecho nada" para restringir el acceso a las armas de fuego durante su presidencia (2016-2020).
Por eso, el candidato republicano mete miedo con la posibilidad de que Harris llegue al despacho oval. Asegura que el derecho a portar armas de fuego está en peligro; que la Segunda Enmienda de la Constitución estadounidense está "en juego" en estas elecciones. En esa línea, se ha comprometido a borrar las normas sobre esta materia que haya aprobado la administración demócrata.
En 2022, Biden consiguió aprobar en el Congreso la considerada ley de control de armas más importante de las últimas tres décadas. Lo hizo con el apoyo de los demócratas y muchos republicanos.
"Quieren destruir a nuestro país. La Segunda Enmienda está bajo asedio, pero conmigo no lo van a conseguir. Necesitamos esa Segunda Enmienda, para nuestra seguridad, para cazar y para todas esas cosas. Porque los malos no van a dejar las armas", aseguró Trump en mayo pasado.
Con menos entusiasmo pero más resignación, el candidato republicano a la vicepresidencia, J. D. Vance, se ha referido a los tiroteos como a fact of life, lo que podríamos traducir como una "realidad" o un "hecho de la vida". Es decir, algo consustancial a la vida, al menos, a la vida en EE UU.
Por lo tanto, nada de nuevas leyes o controles. Trump aboga por hacer cumplir las leyes de armas existentes. Los republicanos son partidarios de proteger los derechos constitucionales (la Segunda Enmienda) mientras se promueve la posesión segura de armas. Pero una vez más, el expresidente no dice cómo se hace eso.
Nada pues de aumentar el control sobre la venta o posesión de armas. De nuevo Vance ha sido muy gráfico: "Si eres un psicópata y quieres aparecer en los titulares, nuestras escuelas son objetivos fáciles, y tenemos que reforzar la seguridad en nuestras escuelas, para que una persona que entra por la puerta principal para matar a un montón de niños no pueda hacerlo... ¿Quiero que la escuela de mis hijos tenga seguridad adicional? No, por supuesto que no, no quiero que mis hijos vayan a la escuela, en un lugar donde no sientan que tienen que tener seguridad adicional, pero esa es cada vez más la realidad en la que vivimos".
Por si había dudas, la Asociación Nacional del Rifle ha vuelto a respaldar la candidatura de Trump. Ya durante los comicios de 2016, la NRA ayudó con 30 millones de dólares.