La vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca promete desencadenar un terremoto comercial a nivel internacional. Estados Unidos es uno de los principales mercados exportadores para el sector agroalimentario español, que se muestra expectante ante el regreso del dirigente republicano. Fuentes del Ministerio de Agricultura llaman a la prudencia sobre el posible impacto que el cambio puede tener sobre el sector primario. Descartan que vaya a ser el foco central de la guerra comercial prometida por Trump, aunque reconocen que hay que estar "preparados" ante posibles efectos colaterales.
"Tenemos que tener los ojos abiertos", se limitan a comentar desde el departamento de Luis Planas, instando a ver cuáles son los primeros pasos de Trump en su nueva andadura presidencial antes de adelantar acontecimientos. El líder republicano ha asegurado tener listos para firmar solo en su primer día de mandato un centenar de órdenes ejecutivas en materia migratoria, energética y económica.
El nuevo presidente de Estados Unidos se ha erguido como un gran adalid del proteccionismo económico y amenaza con subir aranceles de forma indiscriminada en su regreso a la Casa Blanca. Sin embargo, fuentes del Ministerio de Agricultura no creen que el sector primario vaya a ser el foco directo de la guerra comercial, al menos en los primeros compases del nuevo mandato de Trump, aunque no descartan que los productos agroalimentarios puedan verse afectados colateralmente por una escalada de las tensiones comerciales.
El uso del sector primario como moneda de cambio no sería una novedad. La industria agroalimentaria todavía tiene el recuerdo reciente de los aranceles adicionales que la Administración Trump comenzó a aplicar en 2019 por cerca de 7.000 millones de euros a 113 productos españoles, un peaje que castigó a la industria agroalimentaria europea hasta su suspensión en 2021 y que llegó en medio de la disputa con la Bruselas por los subsidios a Airbus y Boeing. En 2018 también se impuso un arancel del 35% a la aceituna negra de mesa española por cada envío a Estados Unidos Unidos por otro litigio ligado a subvenciones comunitarias.
Desde la Asociación Española de Exportadores e Industriales de Aceituna de Mesa y la Asociación española de la industria y el comercio exportador del aceite de oliva coinciden en que estos aranceles pasaron factura a la producción española de aceituna y de aceite de oliva, que son algunos de los productos agroalimentarios que más se exportan al otro lado del Atlántico. A falta de conocer los datos anuales del año pasado, en 2023 se vendió a Estados Unidos un volumen de exportaciones de aceite de oliva por valor de 640,5 millones de euros, 313 millones de euros en vino y mosto y 192 en legumbres y hortalizas en conserva.