El Consejo de Ministros ha aprobado este martes un decreto para reducir la presencia de colillas de tabaco tiradas por lugares públicos que permitirá que los alcaldes de las ciudades costeras "limiten" fumar en sus playas. Según la normativa elaborada por el Ministerio de Transición Ecológica que entrará en vigor en breve, previsiblemente en cuanto se publique en el BOE, podrán hacer efectiva esta limitación a través de ordenanzas municipales con multas de a partir de 2.000 euros.
Este decreto parte de la directiva europea para reducir el consumo y dispersión de plásticos de un único uso de la que ya han partido otras regulaciones, como las de las pajitas y los cubiertos de plástico o de los envases monodosis, y también de la constatación de que son precisamente las colillas de los cigarrillos el tipo de esta modalidad de plásticos que "más frecuentemente aparece en las playas".
Para "reducir su enorme impacto ambiental", la norma plantea una serie de cambios en la fabricación de colillas, en los recipientes en los que el fumador se puede deshacer de ellas y en la manera en la que los productores deben contribuir a la recogida de estos residuos y tiene también un componente mucho más cercano al fumador, con la posibilidad de que los alcaldes de ciudades con playa puedan limitar -y multar- el tabaco en los arenales.
Así, según ha informado el Ministerio tras su aprobación en el Consejo de Ministros, "los ayuntamientos podrán establecer limitaciones de fumar en las playas, que se podrán sancionar en las ordenanzas municipales" en virtud de la ley de residuos y suelos contaminados para una economía circular de 2022, que incentiva a las "autoridades competentes" a reducir sustancias el contenido de sustancias químicas peligrosas y restringidas y que contempla sanciones, a partir de los 2.001 euros cuando sean leves, por "el abandono, incluido el de la basura dispersa, el vertido y la gestión incontrolada de residuos peligrosos", la condición que mediante este decreto también pasarán a tener las colillas de plástico de los cigarrillos.
Además, las autoridades públicas deberán concretar los lugares donde más se concentra el vertido de colillas, tanto públicos como privados.
Colillas sostenibles y separación del cigarrillo
El decreto incluye una serie de obligaciones a la industria del tabaco para adaptarse al objetivo de fabricar un producto cada vez más sostenible y en 2030 los grandes productores, aquellos que superen una cuota anual del 2,5%, deberán haber rediseñado las colillas para que contengan menos plásticos.
Cinco años después de que entre en vigor esta norma, los ceniceros públicos también deberán modificarse e incluir distintos recipientes en los que se deberá separar la colilla del resto de cigarrillo. También se plantea la posibilidad de que dentro del Registro de Productos y Productores se separen en dos categorías distintas los productos del tabaco con y sin filtros.
Por otra parte y tal y como ocurre ahora con otros productores de plásticos como botellas y latas de bebida, la norma aprobada este martes obligará a los productores de filtros del tabaco, de colillas, a contribuir económicamente a su retirada y la gestión de sus residuos. Deberán financiar la limpieza de los vertidos de basura dispersa, de la limpieza de infraestructuras de saneamiento y depuración y recogida de residuos de tabaco, algo que podrán hacer mediante los mismos sistema de Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP) como los que emplean grandes fabricantes y comercializadoras de plástico mediante empresas como Ecoembes y sus acuerdos de recogida con los ayuntamientos.
En vista de todas esta nuevas obligaciones, la industria del tabaco a pasado de empezar en 2018 a hacer campañas de concienciación, como el reparto de ceniceros de portátiles reutilizables para espacios públicos como playas y eventos, a organizarse en una asociación sin ánimo de lucro llamada Ávora, cuyo nacimiento se ha anunciado precisamente este martes para dar respuestas a las obligaciones de este decreto, en particular las relativas a la asunción de costes asociados a la limpieza, transporte y tratamiento de las colillas de plástico.
