El Gobierno vuelve a pegar una patada hacia delante en el Congreso para evitar una dolorosa derrota en una de sus reformas clave: la fiscal. Apenas media hora antes de la hora a la que estaba fijado el inicio de la comisión que iba a votar este jueves esa norma, PSOE y Sumar decidieron aplazarla hasta el próximo lunes para intentar lograr lo que no han conseguido hasta ahora: sortear los vetos cruzados de sus socios parlamentarios de izquierdas y de derechas en torno, fundamentalmente, a la extensión del impuesto a las empresas energéticas. Es la segunda vez en apenas una semana que el Ejecutivo se ve obligado a retrasar la votación, puesto que, inicialmente, estaba prevista para el pasado lunes.
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