La tercera semana de enero ha comenzado con tiempo estable, pero con temperaturas gélidas en buena parte del país. De hecho, los pronósticos apuntan a que este martes será el día más frío de la semana, debido a que se prevén temperaturas mínimas de hasta diez grados bajo cero en algunos puntos de la Península. Sin embargo, la estabilidad atmosférica que ha caracterizado al país en los últimos días se verá afectada a partir del jueves por una borrasca que amenaza con dejar lluvias y nevadas en las comunidades del Mediterráneo, según ha informado Meteored.
"La madrugada del martes será todavía más fría" que la de este lunes, ha indicado Rubén del Campo, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Según el experto, las heladas que afectarán a gran parte del interior de la Península dejarán temperaturas bajo cero, motivo por el cual la institución meteorológica ha activado la alerta amarilla o naranja en nueve comunidades autónomas.
Teruel, Zaragoza y Guadalajara estarán en alerta naranja ya que podrían registrar temperaturas mínimas de entre ocho y diez grados bajo cero. En aviso amarillo estarán Córdoba, Granada, Huesca, Cantabria, las ocho provincias castellanoleonesas, las cuatro catalanas, Madrid, La Rioja, Castellón, Valencia y todas las provincias castellanomanchegas con excepción de Guadalajara. Mallorca y Menorca, por su parte, estarán en alerta este martes por fenómenos costeros.
Desde Meteored han indicado que los cielos permanecerán soleados en la mayor parte del país hasta el miércoles, con excepción del archipiélago balear, Málaga, Granada, Cauta y Melilla, donde podrían tener lugar algunas lluvias débiles. Con respecto a las heladas, los meteorólogos explican que estas serán especialmente fuertes en zonas de alta montaña y que las temperaturas que se registrarán se situarán por debajo de los valores medios habituales para esta época en la mayoría de las comunidades autónomas.
En capitales de provincia como Albacete, Ávila, Burgos, Cuenca, León, Lleida, Palencia, Pamplona, Salamanca, Segovia, Valladolid o Zamora los termómetros podrían marcar temperaturas mínimas de hasta cinco grados bajo cero. Las temperaturas máximas, por su parte, se situarán entre los 10 y 12 grados en el interior peninsular y solo podrían superar los 15 grados algunos puntos del sureste o de la comunidad andaluza.
La temperaturas subirán ligeramente el miércoles, pero las heladas continuarán en el interior de la Península, donde se podrían volver a registrar hasta cinco grados bajo cero. En los puntos más cercanos a la costa y en la isla de Mallorca se registrarán heladas débiles y, en general, el ambiente será más templado que el día anterior. Aun así, en puntos de la mitad norte los termómetros marcarán temperaturas inferiores a los diez grados centígrados.
Cambio de tiempo en la costa Mediterránea
A partir del jueves el tiempo cambiará en la costa mediterránea, debido a que una borrasca -que se formará en el norte de África- comenzará a desplazarse hacia la Península. Este fenómeno meteorológico provocará precipitaciones "localmente moderadas o algo intensas y ocasionalmente tormentosas" en el archipiélago balear, en el golfo de Valencia, en el norte de Alicante, Girona y en Melilla. Sin embargo, los expertos de Meteored no descartan que estas precipitaciones puedan afectar a otros puntos de la costa mediterránea.
En caso de que la borrasca se acerque más a la Península las lluvias se extenderían a más zonas del este. Asimismo, es posible que se registren precipitaciones débiles en Ceuta y en otros puntos del Estrecho y que las sierras del este y sureste de la Península se cubran de blanco. También podría nevar en la Sierra de Tramuntana, en Mallorca. En el resto del país el sol brillará, aunque las heladas continuarán siendo intensas en el interior de la Península.
La incertidumbre aumenta de cara al fin de semana, aunque todo apunta a que la borrasca perderá fuerza y a que podría continuar lloviendo en Baleares. A última hora del sábado incluso podría llegar un nuevo frente que provocaría precipitaciones abundantes en el norte, especialmente en Galicia, Asturias y en el noreste de Castilla y León. En las zonas de montaña también existe la posibilidad de que nieve.