La piña es una fruta de plena temporada, baja en calorías, que puede comerse a cualquier hora del día y todos los días si así lo deseas. Además de aportar infinidad de propiedades saludables, va a ayudar a que no cojas un resfriado, o éste sea más leve. No lo decimos nosotros, lo dice la doctora Elena Soria, médico nutricionista de Clínica Menorca.
En el desayuno, como postre o tentempié, o en smoothie, rodajas, ensalada con unas gambas cocidas y unos canónigos… el consumo de piña está altamente aconsejado porque a su facultad de no engordar, suma su refuerzo del sistema inmune, y su aporte de vitaminas y minerales. Te contamos todos sus beneficios para el catarro… y mucho más.
Cómo refuerza la piña tu sistema inmunitario
Es otoño, y esta época del año es la que suele traer más resfriados a la población, debido a los cambios de temperatura inesperados. Si consumimos piña de manera habitual, la doctora Soria certifica que vamos a estar más protegidos, con unas defensas más fuertes y en mejores condiciones nutricionales para afrontarlo.
La razón por la que contribuye a un sistema inmunitario fuerte es que contiene gran cantidad de vitamina C que, entre muchas de sus funciones, ayuda a proteger las células frente al daño oxidativo. Como alimento antioxidante que es, la vitamina C consigue neutralizar la acción de los radicales libres.
Pero es que además, la piña "contribuye al funcionamiento del sistema inmunitario, algo clave para combatir los catarros otoñales. Esta deliciosa fruta también posee vitaminas como la A, la E e hidratos de carbono (pocos) de absorción lenta".
La piña: fuente de energía y mejora de la circulación
Como continúa explicando la doctora, "esta fruta de invierno posee minerales como el magnesio, el fósforo y el hierro, y también destaca la cantidad de yodo que contiene. El yodo, entre muchas de sus funciones, es necesario para que las células transformen los alimentos en energía y para la producción normal de hormonas tiroideas".
En cuanto al sistema circulatorio, a la piña se le han atribuido propiedades anticoagulantes, "lo que ayuda a mejorar la circulación sanguínea y a combatir la hipertensión. La bromelina que contiene es una enzima con acción anticoagulante, y se ha demostrado que juega un papel clave en aumentar la fluidez de la sangre, mejorando así la circulación sanguínea".
¿Para qué sirve la bromelina que contiene la piña?
La bromelina de la que hablamos, y que quizá no te suene mucho, es un complejo enzimático digestivo que contiene azufre y que destaca por su actividad proteolítica. Es decir, ayuda a digerir las proteínas descomponiéndose en aminoácidos.
"Esta enzima ha formado parte del tratamiento de dolencias como la acidez estomacal, la mala absorción de los medicamentos o las lesiones del tejido conectivo, y se cree que cuando se ingiere con el estómago vacío actúa como agente antiinflamatorio natural que ayuda en afecciones como la artritis, la sinusitis aguda, la inflamación abdominal o el dolor de garganta", dice la doctora.
Y añade como consejo: "Es importante no desnaturalizar la piña a temperaturas elevadas, ya que como con la gran mayoría de las enzimas, con el calor no nos vamos a beneficiar al 100 por cien de sus propiedades".
El efecto depurativo de la piña
La fruta de la que hablamos es un alimento diurético natural con un contenido del 85 por ciento de agua, que ayuda a eliminar líquidos y toxinas del organismo, así como a reducir volumen corporal.
Además, la piña es la aliada perfecta en las dietas de adelgazamiento por su capacidad de mejorar la digestión de las proteínas y regular el tránsito intestinal. También es saciante gracias a su contenido en fibra (1,5 gramos por cada 100 de producto). Además, ayuda a evitar la retención de líquidos gracias a su bajo aporte de hidratos: sólo tiene 50 calorías por 100 gramos.
Consejos para pelar y conservar la piña
En primer lugar, hay que saber si la piña está madura para comerla. Lo sabremos si sus hojas están verdes y se desprenden con facilidad. Si al tocarla con los dedos éstos se hunden, significa que está pasada, igual que si sus hojas están marrones.
En cuanto a la manera de pelarla, quizá la más tradicional sea cortar la base y la parte de arriba y partirla en rodajas. Otra opción sería quitar también los extremos, apoyar la piña en su base y retirar la piel de arriba abajo; una vez pelada, cortarla en rodajas.
Cuando ya hemos empezado la piña fresca no debemos tardar mucho en consumirla porque se estropea. Para que dure más debemos guardarla tapada en un recipiente hermético. Si no vamos a consumir toda, le hacemos rodajas, la metemos en bolsitas y congelamos. "Si la congelación se hace de forma correcta el valor nutricional no cambia de forma significativa, por lo que su contenido en nutrientes es prácticamente el mismo".
