Las ATP Finals de Turín arrancaron este domingo con 'show', pero no precisamente tenístico en su expresión más pura, sino en lo que se refiere al esperpéntico partido de Daniil Medvedev contra Taylor Fritz. El ruso, más fuera de sí de lo que ya nos tiene acostumbrados a todos, cedió un duelo (6-3/6-4) en el que lanzó la raqueta varias veces, rompió un micrófono, fue sancionado, silbado por la grada... y hasta dio un espectáculo de malabares.
Una hora y veinte minutos tardó el americano en hacerse con el partido ante un Medvedev completamente desquiciado, mentalmente muy afectado en la recta final de este curso desde que le comunicaran una serie de problemas en su hombro derecho.
Y es que, menos tenis de calidad, el partido del ruso tuvo de todo. Empezó con el desastroso final del primer set, que cerró con tres dobles faltas seguidas... la primera muestra de problemas antes del esperpento del segundo set.
Luego llegaría el primer break de Fritz con un globo perfecto que terminaría de volver loco a Medvedev. Fue entonces cuando lanzó la raqueta y, al recogerla, golpeó un micrófono. Eso le costó una sanción de un punto.
Por último, ya completamente fuera del hilo del partido, Medvedev comenzó a lanzar la raqueta al aire en un intento de dar una suerte de espectáculo de malabares. No lo consiguió y lo que recibió fue el abucheo del público furioso.
A pesar de todo, Medvedev no está aún fuera del torneo, pues todavía debe jugar ante Alex de Miñaur y Jannik Sinner en esta primera fase de grupos y podría ganarse un hueco en las semifinales.