Si nada se tuerce, la reducción de la jornada laboral llegará a Consejo de Ministros la semana próxima, el primer paso en un proceso de tramitación que se antoja largo y tortuoso. Así lo ha anunciado este lunes el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, que ha situado la reunión de los ministros del próximo 4 de febrero como la fecha prevista si todo transcurre con normalidad.
En declaraciones a los medios de comunicación tras participar en un acto organizado por Cepyem en la Bolsa de Madrid, Cuerpo ha reiterado su deseo de que la reducción de jornada se apruebe lo antes posible y que se haga con un diseño "equilibrado" que de garantías y facilite un acuerdo en el Congreso. El Ejecutivo todavía no tiene garantizados los apoyos a esta medida entre sus socios parlamentarios habituales, con la gran incógnita de la decisión que tomará Junts.
Este mismo lunes por la tarde se reunirá la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos (CDGAE), el foro de debate por el que pasan todos los textos económicos del Gobierno antes de llegar a Consejo de Ministros. Después de que Trabajo acusase a Economía de negarse a incluir la reducción de jornada en el orden del día de la reunión anterior del CDGAE, en esta ocasión los ministerios económicos del Gobierno sí debatirán el texto.
El encuentro entre los ministerios económicos del Gobierno será clave para dilucidar algunos aspectos sobre la norma que todavía están por definir. El primero es si el texto que finalmente llegue a Consejo de Ministros será el mismo que pactaron los sindicatos con el Ministerio de Trabajo. La vicepresidenta segunda y ministra encargada de este departamento, Yolanda Díaz, se niega en rotundo a introducir cambios en esta fase del proceso, aunque se ha abierto a discutir modificaciones cuando la iniciativa llegue al Congreso de los Diputados. Desde Economía, la intención es incluir en el texto medidas de acompañamiento a las empresas que todavía no se han concretado para facilitar su adaptación al recorte horario. Con el ojo puesto especialmente en las pymes, cuya patronal ha sido (y sigue siendo) especialmente beligerante contra esta medida.
Otro de los puntos clave que también está pendiente de resolver es si la norma se tramitará por la vía de urgencia o por la ordinaria. Un punto crucial que definirá los plazos. En el Ministerio de Trabajo sostienen que si la tramitación es por la vía ordinaria, resultaría imposible reducir la jornada a 37,5 horas sin pérdida de salario este año, como se pactó en el acuerdo de coalición entre PSOE y Sumar.