Un equipo liderado por la Universidad de Búfalo ha identificado una cepa bacteriana capaz de descomponer tres tipos de PFAS, conocidos como "químicos permanentes".
Estos compuestos han sido ampliamente utilizados desde los años 50 en productos como sartenes antiadherentes y materiales contra incendios, y son notoriamente resistentes a la descomposición ambiental.
La bacteria, llamada Labrys portucalensis F11, fue aislada en suelo industrial contaminado en Portugal. Según el estudio publicado en Science of the Total Environment, esta cepa logra metabolizar más del 90% del ácido perfluorooctano sulfónico (PFOS) en 100 días. El PFOS es uno de los PFAS más persistentes, clasificado como peligroso por la Agencia de Protección Ambiental de EEUU.
La F11 no solo descompone el PFOS, sino que también neutraliza subproductos tóxicos generados durante el proceso. En pruebas de laboratorio, degradó un 58% del ácido carboxílico de fluorotelómero y un 21% del sulfonato de fluorotelómero, mostrando un potencial único.
Difíciles de descomponer
Los PFAS son difíciles de descomponer debido a sus enlaces carbono-flúor extremadamente fuertes. Sin embargo, la cepa F11 desarrolló un mecanismo para romper estos enlaces, metabolizando el carbono como fuente de energía. "La bacteria F11 puede cortar el flúor y consumir el carbono", explica Diana Aga, líder del estudio y profesora en la Universidad de Búfalo.
Este avance marca un hito en la lucha contra la contaminación por PFAS. Aunque el proceso aún es lento, 100 días para degradar una parte significativa, los investigadores creen que esta bacteria podría implementarse en entornos contaminados para reducir estos compuestos tóxicos.
El equipo también destacó que muchas bacterias presentes en suelos contaminados han desarrollado habilidades evolutivas para descomponer químicos, y la F11 es un ejemplo prometedor. Su potencial para transformar tanto el suelo como el agua podría tener un impacto revolucionario en el tratamiento ambiental.